ALICANTE. La banda de música Mute comenzó su andadura a finales de 2004, en la localidad alicantina de Aspe, con la unión de Jorge Valero y Ángel Boronat, exmiembros de Alternative Scream y ganadores de Circuit Rock en 1995, junto a Víctor Prieto y Carlos García. A finales de 2023 se incorporó Julián Sánchez, multi instrumentista que se hace cargo de los arreglos de guitarra y las secuencias de la banda, y que ha participado en múltiples proyectos en formaciones alicantinas como Ansaldo Tropical. El grupo al completo acaba de publicar ahora Señales, su tercer álbum, en el que retoman su tradición 'ruidista' con atmósferas cargadas, ritmos rápidos y directos, letras que buscan conectar a nivel profundo y melodías pop o, como diría la banda, noise mediterráneo.
— Sois una banda veterana, en activo desde 2004, y en este tiempo habéis lanzado muchos proyectos. ¿Cómo consideráis que ha ido evolucionando vuestra música?
— Lo cierto es que la evolución de la banda es curiosa, nuestra sensación es que hemos vuelto, en cierto modo, a los orígenes, si escuchas Señales está más cerca de Historias mínimas, nuestro primer disco, que del segundo, Estréllate y arde. En el nuevo disco hemos buscado un sonido más arriesgado, menos pop y más rock, apostando por un concepto más ruidista, al mismo tiempo es un disco más coherente porque las canciones son identificables como un todo, no como la suma de partes.
— Con melodía y ruido a partes iguales, definís vuestro estilo como oscuro en su composición, pero revitalizado, fresco y contemporáneo. Un punto de madurez del sonido que bautizáis como noise mediterráneo. ¿Qué ingredientes contiene en esa autoetiqueta con la que os sentís identificado?
— Lo de noise mediterráneo tiene su punto, al menos para nosotros. El ruido está presente siempre en nuestras composiciones, quizá sea más difícil de explicar lo referente al Mediterráeno, pero podemos hacerlo: en toda la costa mediterránea tenemos horas y horas de sol, salimos a la calle, vamos a la playa prácticamente todo el año, vivimos en una zona de luz y en nuestras canciones queremos plasmar esa luminosidad sobre capas de ruido y distorsión.
— Para llegar hasta aquí, habéis seguido vuestras propias 'señales', vuestra intuición. Sobre eso reflexiona el nuevo disco. ¿Qué os iban indicando esas señales?
— Principalmente que algo teníamos que cambiar, después de nuestro segundo disco pasamos por una fase de cierta sequía creativa, también por cuestiones personales y familiares no podíamos dedicar el tiempo necesario a la banda. Nuncadejamos de ensayar y de tocar, pero no fue hasta 2020 cuando decidimos que había que redefinir Mute, dar un paso adelante y apostar por un sonido con el que nos sintiéramos 100% identificados. En este sentido la producción de Carlos Hernández ha sido determinante. La decisión de grabar con él es quizá la mejor que hayamos tomado en los últimos tiempos.
— Ha sido como recorrer una carretera con esas señales y múltiples paradas... pero, al final del camino, ¿qué habéis encontrado?
— La carretera ha pasado a ser una autopista. Tenemos entre las manos un disco del que nos sentimos más que orgullosos: un puñado de temas que en directo ganan y suenan arrolladores. Nos hemos encontrado con la confianza y con toda la determinación para recorrer ahora el camino de llevar estas canciones a todo el mundo y disfrutar de los directos.
— Según explicáis, distorsionáis armonías sencillas en la búsqueda de emociones y sentimientos. ¿Cuáles son esos sentimientos o emociones que os motivan a componer y cantar?
— Hay una componente optimista durante todo el disco que habla de superar diferencias, de contestar a la hipocresía, de superar las adversidades. Por tanto, hay principalmente un sentimiento de rebelión ante las injusticias que motiva muchos de los temas, pero también están presentes temas más triviales, canciones más livianas que solo tienen el objetivo de ser divertidas, que tratan de decir que hay que pasarlo bien, que nos olvidemos de los agoreros y seamos felices tal y como somos.
— Después de lanzar algún single de adelanto, habéis publicado ya todos los temas del álbum en Spotify. ¿Qué planes tenéis para presentarlo en directo a vuestro público?
— Estamos muy ilusionados con los conciertos, ya hemos llevado las nuevas canciones al directo en un par de ocasiones (Sevilla y Madrid) y la cosa promete, los temas funcionan, el público lo pasa en grande y nosotros también, así que tenemos los ojos y las orejas bien abiertas para que no se nos escape ninguna oportunidad, de momento tenemos la presentación oficial del disco el próximo sábado, 24 de febrero, en casa, en el Teatro Wagner de Aspe, y ya vamos cerrando fechas para los próximos meses, estaremos en la fiesta de presentación del Festival Creampop en Calpe el 6 de abril y el 4 de mayo en la sala Radiocity, esperamos poder anunciar más fechas pronto.