CASTELLÓN. Paula Alonso tiene solo 20 años y ya ha sido testigo de los momentos más brillantes de la historia del primer equipo femenino del Balonmano Castellón, club al que llegó hace tres temporadas procedente del Elche. La guardameta vivió un ascenso en su primer año y ahora disfruta de su segunda campaña en División de Honor defendiendo la meta castellonense, función que combina con sus estudios de Magisterio. Es, además, internacional junior, habiendo participado en el equipo español que logró clasificarse para el Europeo de la categoría, disputado el pasado verano. Su meta es seguir creciendo en un club que también evoluciona año tras año.
- ¿Cómo fueron sus inicios en el balonmano?
- En mi colegio, en Elche, se hacía un deporte como actividad extraescolar. Un año era el voleibol y otro era el balonmano y a mí me coincidió con el año del balonmano. Así que me apunté con mis amigas de clase. Jugaba también al tenis, pero por motivos económicos y demás me decanté por el balonmano. Poco a poco fui creciendo en el equipo del colegio y un día me llamó el Balonmano Elche para incorporarme a su club. Acepté y a partir de ahí fui creciendo aún más.
- ¿Siempre jugó de portera?
- De pequeña jugaba en cualquier posición y a veces me tenían de portera. Pero a mí no me gustaba ser portera porque yo quería meter goles y quería salir a jugar. De hecho, cuando mi entrenador del colegio me ponía de portera, siempre salía a meter goles. Y llegó un día en que uno de mis profesores de educación física me dijo que tenía que ser portera. Me salieron bien las cosas y ahí me quedé.
-¿Fue por falta de porteras o porque le veía unas condiciones especiales para esa función?
- Creo que fue un poco de las dos cosas, porque hubo un partido en los juegos escolares de Elche en el que me puse de portera y me las paré todas. Al ser tan grande, tenía esa ventaja respecto a mis compañeras. Me vio las condiciones adecuadas y, además, no le tenía miedo al balón. Entonces me dijo que tenía que seguir en la portería.
- ¿En qué momento se percató de que el balonmano se iba a convertir en algo importante en su vida?
- Al principio jugaba para pasarlo bien y estar con mis amigas, pero cuando me llamó el Elche se empezó a convertir en algo más importante porque en mi primer año en el club ya fuimos campeonas de España de infantiles (estaba en 1º de ESO) y cuando ganas cosas te vas motivando más. También me ayudaban mis condiciones, porque era grande y tenía buenas aptitudes.
- ¿Cómo surgió su llegada al Balonmano Castellón?
- Quería salir de Elche porque no tenía sitio en el primer equipo y quería estudiar fuera para conocer otras cosas. Tenía diferentes ofertas y la que más me interesó y mejor se ajustaba a lo que buscaba fue la del Balonmano Castellón. Me habían hablado muy bien del equipo, de que había muy buen rollo y mucho compañerismo y prioricé eso más que cualquier otra cosa. Además, me hacía ilusión el proyecto de ascenso que tenía el club.
- Y fue llegar y lograr el ascenso…
- Sí, subimos el año que llegué. Yo jugaba más en el segundo equipo, aunque siempre iba convocada con el primer equipo y tuve algunos minutos. Mi fichaje era más de futuro porque las dos porteras que había eran muy buenas y habían estado siempre en el equipo. El primer año era para ir cogiendo confianza, conocer a la gente y ganarme unos minutos en el primer equipo.
- ¿Cómo fue el proceso de asimilación del cambio de categoría?
- Yo ya había tenido algunos minutos en División de Honor cuando estaba en el Elche, pero el cambio es enorme porque los lanzamientos son diferentes y se nota que estás jugando contra gente profesional que dedica toda su vida al balonmano.
- ¿Qué diferencias más notables ha observado en esta segunda temporada en División de Honor respecto al curso pasado?
- Ha sido muy positivo el aire nuevo que ha venido con el cambio de entrenador y la incorporación de nuevas jugadoras. Montse (Puche) tiene mucha experiencia en la categoría, nos sabe guiar muy bien y nos está ayudando mucho a darnos cuenta de dónde estamos porque realmente el año pasado todavía no nos lo creíamos y muchas veces nos hace falta convencernos de que, si estamos ahí, es porque nos lo merecemos.
- ¿Qué es lo que más ha aportado Montse Puche al equipo?
- Lo que más ha aportado es ilusión y ganas de trabajar. Desde que llegó, ha sido un gran apoyo para nosotras porque siempre nos incita a luchar más y creo que ha venido con unas ganas muy grandes y eso nos lo transmite a todas. Nos enseña un montón de cosas nuevas y nos inculca todo lo que a ella le gustaba jugar para que saquemos esa garra y esas ganas de seguir adelante.
- ¿Se han adaptado mejor al ritmo que imponen las rivales?
- Sí, se ha notado un salto enorme. Además, hay un cambio de actitud porque el primer año pasamos de ganar casi todos los partidos en División de Plata a perder casi todos en División de Honor. Este año lo estamos llevando mejor y no bajamos los brazos en ningún momento y, si el marcador está en contra, nos venimos arriba y no al contrario, como ocurría antes.
- ¿Qué metas de futuro se proyecta?
- En lo deportivo, el objetivo es lograr la permanencia, seguir creciendo como equipo, mantenernos juntas y luchar por nuevos objetivos de cara al futuro. En lo personal, estoy combinando mis estudios con mi carrera de balonmano y, principalmente, me gustaría acabar la carrera. A partir de eso, quiero seguir creciendo en el balonmano y, si puede ser, en el Balonmano Castellón.