al otro lado de la colina / OPINIÓN

¿Nos alejamos de nuestros aliados?

Quien siembra vientos, contra nuestros aliados, puede recoger tempestades, contra nuestros propios intereses e incluso reacciones xenófobas

23/10/2021 - 

No me gustaría repetirme, aunque a veces parece inevitable, el cambio de época está siendo tan rápido que a veces hay que frenar en seco el ritmo diario para adquirir perspectiva, muchas veces el tacticismo hace dar pasos hacia el precipicio, justifica en ocasiones unas acciones o decisiones, que a medio y largo plazo se vuelven en contra de quien carece de una Estrategia Total.

Éstos últimos días hemos visto distintos efectos, aparentemente sorprendentes, y cuyas causas vienen de hace tiempo, de una serie de reacciones de nuestros aliados, que no olvidemos siempre tienen su razones, aunque unas veces más ignotas que otras. Así la semana pasada se produjo la exclusión de España de una reunión virtual del más alto nivel, un encuentro que sea denominado el G-30 de la ciberseguridad, reunión de trabajo organizado a instancias de la administración del anciano presidente Joe Biden, y en la que de haber sido convocada por el presidente Donald J. Trump en España estaría siendo objeto de una lapidación mediática, pues parece (y esto si que me vuelvo a repetir) que Biden sigue teniendo bula papal por estos territorios de la piel de toro, donde cada vez parece más claro que todos estamos sufriendo las consecuencias de esas peligrosas amistades venezolanas que algunos responsables públicos de nuestro país tienen.

Este cibermeeting ha tratado una cuestión fundamental, los últimos ciberataques que se han producido en el entorno digital occidental en el que vivimos, y esto supone una clara amenaza a nuestro funcionamiento como civilización moderna, sociedad del conocimiento y de la información, en una era global e interconectada, pues se basa en las tecnologías e Internet, en ese espacio digital en el cual se está produciendo la revolución 4.0. Pues como les adelantaba, España ha sido excluida, o si prefieren no ha sido invitada, no así como otros aliados de los norteamericanos, como por ejemplo el top 10 de las primeras economías de la Unión Europea que si lo han sido, a excepción de como ya he dicho España, de Bélgica lo que es lógico en un país con serios problemas de identidad entre los flamencos y los valones, y en donde los prófugos, secesionistas, y terroristas han encontrado siempre buen acomodo (por ejemplo en 2019 El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) condenó a Bélgica por no colaborar con España en la entrega de la etarra Natividad Jaúregui) y Austria que está inmersa en la crisis de su gobierno tras el relevo del Canciller Federal el 11 de octubre pasado Sebastián Kurz por el ministro de Asuntos Europeos e Internacionales, Alexander Schallenberg, y que está preparando a la población para un posible apagón de electricidad general; y esta exclusión debe ser preocupante pues la participación en esos foros de ciberseguridad es fundamental dado que el espacio digital es la primera trinchera para defender nuestros intereses, régimen de libertades y forma de vida.

Y si hablamos de defender nuestro régimen de libertades es inevitable justamente hablar esta semana del terrorismo de ETA, pues hace 10 años que escenificó su tácito fin ante su derrota clara frente al Estado y sus servicios de Seguridad y de la Justicia. Más aún si hablamos de defender nuestros derechos y libertades en el ciberespacio pues fue en este entorno donde se produjo un elemento muy importante para aquella derrota, el factor en cuestión fue la colaboración de los Estados Unidos en el continuo descabezamiento de la banda de asesinos de ETA, por la gran colaboración obtenida en la época del presidente José María Aznar, y gracias al empleo de sistemas de guerra Electrónica, para interceptar las comunicaciones de los jefes de la banda criminal con sus secuaces y todos sus apoyos; a la par que los españoles, especialmente los uniformados, Guardias Civiles, Policías y Militares, sufríamos esa lacra, que tristemente parece que algunos quieren blanquear a todo costa en base a intereses bastardos y espurios.

Pero también esa lucha contra el terrorismo tuvo sus repercusiones en Europa, España hizo enormes esfuerzos, desde todos los organismos del Estado en su momento, para cercar a ETA en sus santuarios, allende los Pirineos; y finalmente se logró que Europa colaborase con España en la persecución de esos crímenes a través de instrumentos jurídicos europeos como la Eurorden. Hoy en cambio, ante uno de los grandes desafíos contra la convivencia en España como es el separatismo catalanista, y el prófugo Carles Puigdemont, transformado en turista de lujo recorriendo toda Europa (eso si que es Casta y lo demás son tonterías), parece que la UE y su Orden de Detención Europea no funciona también como nos gustaría, y desde luego no satisface la expectativas españolas de colaboración, y claro está eso provoca cierto ánimo antieuropeísta entre la ciudadanía.

Pero aún hay más, esas reacciones anti UE también se vieron alimentadas hace unos meses cuando la UE dio un portazo a España, y decidió la instalación del Centro Europeo de Ciberseguridad en Bucarest (capital de Rumania) en lugar de nuestra propuesta, que era Leon donde se ubica el INCIBE (Instituto Nacional de CIberseguridad), ¿quizás un coste por descentralizar organismos nacionales? en este caso por mor de José Luís Rodríguez Zapatero ( casualidad que su familia sea de origen leonés).

Y para finalizar estos aparentes portazos o rechazos, está el Consejo Europeo celebrado esta semana los días 21 y 22 de octubre para, cómo recoge su web, “debatir sobre la COVID-19, los precios de la energía, el comercio y las relaciones exteriores”, y en donde toda la prensa nacional ha recogido que nuestro presidente, no ha conseguido arrancar u obtener de la Unión Europea ninguna medida para abaratar el coste de la factura de la electricidad, posponiendo la UE cualquier tipo de decisión hasta diciembre, afirmando además que es responsabilidad de los gobiernos nacionales ese abaratamiento energético, dado que tienen aún muchas opciones y capacidades para adoptar, por lo que ese intentó de pasar la pelota a instancias europeas, más que un partido de fútbol al estilo Javier Clemente, patadón adelante, ha sido una partida de frontón, pues ese intento ha rebotado en esas férreas, burocráticas y muy avispadas estructuras europeas.

Ya saben ese tosco aunque muy popular refrán “Quien al cielo escupe, en su cara le cae”, pues alguno por muy apuesto y galán que se piense puede quedar irreconocible de tanto repartir culpas.

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