CALLE LIBERTAD / OPINIÓN

No son unos Presupuestos de Estado

20/10/2021 - 

La semana pasada llegaron los nuevo Presupuestos Generales del Estado al Congreso de los Diputados. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, llegó al patio de Floridablanca con el famoso libro amarillo bajo el brazo. Mientras, decenas y decenas de memorias USB eran repartidas por ujieres entre periodistas, asesores y diputados.

Como ya sucedió el año pasado, las cuentas que presenta este Gobierno no son unos Presupuestos de Estado. No son los Presupuestos que España necesita sino los que necesita Pedro Sánchez para seguir en la Moncloa. Valga como ejemplo la cesión ante Unidas Podemos de la intervención del mercado de la vivienda; o el populismo barato e ineficiente de los bonos jóvenes que tanto nos recuerdan a Zapatero; por supuesto, también cuentan con las concesiones separatistas para contentar a los más radicales. Un completo, vamos.

Si los del pasado año ya eran unos malos Presupuestos para España, estos para 2022 son aún peores y merecen nuestro total rechazo. Por populistas, intervencionistas y discriminatorios. Son unas cuentas que suben impuestos, que suben la cuota a los autónomos y que van contra el bolsillo de la clase media. Son unas cuentas que incluyen medidas iliberales, como la intervención del mercado del alquiler. Son unas cuentas que profundizan en la desigualdad entre españoles, beneficiando a los partidos separatistas y agraviando a los ciudadanos que cumplen.

Son unas cuentas ficticias, hechas con una base de ingresos triunfalista que ya ha sido corregida por organismos nacionales e internacionales. Son unas cuentas que aumentan el gasto político, el número de asesores y el sueldo de los miembros del Gobierno. Y son unas cuentas que reparten los fondos europeos a dedo, con opacidad y sin ningún tipo de rigor.

Y, por supuesto, en este nuevo proyecto de Presupuestos, la Comunitat Valenciana vuelve a salir muy mal parada. El Gobierno de Sánchez vuelve a incumplir con los valencianos en cuanto a la inversión que nos corresponde según nuestro peso poblacional. Sánchez ha relegado a la Comunitat Valenciana en beneficio de quienes se saltan la ley y está premiando a los que quieren romper España. Poca, por no decir nada, influencia tiene el President Puig para conseguir el dinero que tanto necesitan los valencianos.

Nuestra Comunitat se queda, en estas nuevas cuentas, dos puntos por debajo de lo que recibimos el año pasado y no llegamos ni al 10 por ciento del total, tal y como nos correspondería ya que los valencianos representamos el 10,6% de la población española. El maltrato, una vez más, deja fuera de las previsiones del Gobierno los proyectos clave y reivindicaciones históricas para una Comunitat próspera, emprendedora y generosa como el túnel pasante de la ciudad de València, la conexión ferroviaria hasta el aeropuerto de L'Altet, el AVE Valencia-Castellón o el Tren de la Costa, entre otras.

Aunque las comparaciones no son honrosas, el poner negro sobre blanco las cuentas nos da la muestra de cómo beneficiar a unos territorios y castigar a otros genera desigualdad y perjudica el estado del bienestar de los ciudadanos. Y, mientras esto pasa, Ximo Puig, calla y otorga, lanza balones fuera y habla de descentralizar Madrid hacia la periferia como si ese fuera nuestro auténtico problema.  Es más, lo que hemos podido ver todos es al President loar la labor de Pedro Sánchez. Y lo hizo en nuestra capital, en Valencia, ni más ni menos.

La Comunitat Valenciana y España merecen unos gobiernos mejores. Los valencianos y los españoles merecemos unos presidentes que antepongan el interés general a los intereses particulares, que hagan política de verdad y mejoren la vida del conjunto de la sociedad.

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