Foto: EVA MÁÑEZVALÈNCIA. Feria Valencia encara nueva etapa. La institución ferial empieza este sábado a operar como empresa pública tras un largo proceso de reconversión. Un camino que culminó este viernes con la aprobación, vía pleno del Consell, de la cesión global de activos y pasivos de la antigua Feria Muestrario Internacional de Valencia en favor de la nueva Sociedad Valenciana Fira València, la mercantil pública que la sustituirá.
Un trámite que comportó que la nueva entidad pública adquiriera en bloque la totalidad del patrimonio de la institución ferial y, a su vez, supuso la disolución sin liquidación de la Feria Muestrario Internacional de Valencia. De esta forma, este sábado esta institución centenaria, fundada en 1917, arrancará su actividad como nuevo ente del sector público de la Generalitat Valenciana.
Eso sí, lo hace con una dirección interina, ya que este pasado martes se comunicaba la salida de su hasta ahora director general, Enrique Soto, quien abandonaba la empresa a petición propia para incorporarse como titular de Fundación LAB Mediterráneo, proyecto impulsado por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) para posicionar a la Comunitat Valenciana como referente en emprendimiento, innovación, tecnología e investigación.
Por este motivo, Economía, encargada de la tutela de la nueva mercantil, acordó mantener al subsecretario de la Conselleria, Natxo Costa, las funciones de consejero delegado, cargo que asumió para liderar la transición de la entidad y que tenía previsto abandonar este pasado jueves en la última reunión del consejo de administración de la nueva sociedad. No obstante, seguirá hasta el nombramiento de un nuevo director general, que se producirá después de las próximas elecciones autonómicas del próximo 28 de mayo.
Asimismo, se decidió que el actual director del área técnica y de sistemas de Feria Valencia, Alejandro Corell, asumiera la dirección operativa, también de forma transitoria hasta pasada la convocatoria electoral, cuando se celebrará un nuevo consejo de administración. De hecho, también queda pendiente el nombramiento de la persona que ocupará la tercera vicepresidencia de la institución, cargo reservado para Cámara Valencia y que previsiblemente será para Alejandro Bermejo.
No obstante, su elección no pudo incluirse en el consejo de administración del pasado jueves debido a que faltaba documentación para modificar los estatutos que en un principio recogían solo dos puestos: una primera vicepresidencia para el alcalde de València y una segunda para la CEV y que ostentará la presidenta de la organización en Valencia, Eva Blasco. La ampliación a tres pretende una mayor presencia de todas las entidades del tejido industrial valenciano, aunque desde Cámara Valencia reclaman mayor poder de ejecución en la feria. La presidencia la ostentará siempre el conseller de Economía, de acuerdo con los estatutos.
Lo cierto es que ha sido un largo proceso de reconversión de ocho años hasta llegar a este final. Ya en 2012, con el PP al frente de la Generalitat, se barajó la posibilidad de transformar la feria, pero no fue hasta la llegada del Botànic y con el Ayuntamiento de València en manos de Joan Ribó (Compromís) que esa idea no empezó a tomar forma. Así, en septiembre de 2015 se celebró una reunión entre representantes de ambos gobiernos y de Feria Valencia en la que se acordó separarla en dos entidades, una pública titular del patrimonio y la deuda, y otra de explotación con carácter mercantil. Aquel fue el punto de partida de lo que ha sido toda la reestructuración de la institución.
Unos meses después de aquella reunión, el patronato de la Feria acordó la nueva hoja de ruta para la reestructuración de la entidad, que en ese momento tenía una deuda de 519 millones de euros y había acabado 2015 con unas pérdidas de 2,5 millones y una investigación de la Fiscalía en marcha por los sobrecostes de mil millones de euros en las obras de ampliación del recinto. Una causa que finalmente fue archivada al no apreciar indicios de responsabilidad penal, aunque sí diversas irregularidades administrativas.
Ya en 2017, se firmó el protocolo administrativo para la reestructuración de la entidad, pero no fue hasta cuatro años después cuando el Ayuntamiento de València aprobó el convenio con la Administración Valenciana para cederle la titularidad de los terrenos de Feria Valencia mediante el sistema de mutación demanial subjetiva gratuita, por el que la Generalitat mantendrá los usos feriales y se ocupará de terrenos, instalaciones y edificios por un período de 50 años.
Para ello, se decidió la integración de Feria Valencia y la Institución Ferial Alicantina (IFA) en el sector público de la Generalitat mediante la creación de una empresa mercantil con dos sociedades. En el caso valenciano, la nueva mercantil es la Sociedad Valenciana Fira València, que sustituye a la Feria Muestrario Internacional de Valencia.
Los últimos movimientos se producían este año con la escrituración de los acuerdos de cesión de la antigua sociedad a la nueva. Previamente, se aprobó el proyecto de cesión de activos y pasivos. Lo mismo ha ocurrido con la totalidad de la plantilla de Feria Valencia, que pasa a la mercantil pública con todos los derechos y obligaciones que tiene en la actualidad en Feria Valencia.
El pasado 9 de marzo Feria Valencia aprobó las últimas cuentas de 2022 con un Ebitda negativo de 2,2 millones y unos ingresos de 20,2 millones, 3,6 veces más que en 2021, año afectado por la pandemia. Asimismo, perdió 108 millones de la deuda generada a principios del siglo por la construcción del recinto y que elevaron el apartado de pérdidas contables hasta los 111 millones de euros.
El consejo de administración de Feria Valencia está compuesto por 16 miembros y presidido por el conseller de Economía con las tres vicepresidencias. Asimismo forman parte desde directores generales de Comercio, Industria e Internacionalización; hasta secretarios autonómicos de Turismo y Cultura. También, el alcalde València, el presidente de la Diputación, Cámara Valencia y de Castellón y la CEV. Y, por elección del conseller de Economía, ha representación de Unión Gremial.
Además, habrá un Consejo Asesor, un órgano compuesto por los presidentes de la organización de los diferentes certámenes y sectores industriales. Será, por tanto, un organismo de participación empresarial en la feria formado por un representante de cada certamen, dos de la CEV, otros dos dos de Cámara Valencia y otros dos que estarán nombrados por el presidente de la institución, es decir, el conseller de Economía. Una nueva etapa cuyo equipo final dependerá del resultado electoral.
Natxo Costa seguirá como consejero delegado
