La infrafinanciación de la Comunitat Valenciana no es una novedad y fue hasta hace un año motivo de acuerdo y reivindicación unánime de la sociedad civil y política valenciana.
¿Qué ha cambiado durante este último año, qué ha roto con el consenso valenciano y qué debilita la postura de los y las valencianas?
El cambio se ha dado con la llegada de un gobierno autonómico que pacta con una ultraderecha que no cree en el Estado de las autonomías y, por tanto, quiere acabar con ellas. Y un Partido Popular al frente de un gobierno que rompe con el principio de proporcionalidad y equilibrio del sistema fiscal. Que mientras deja de reclamar impuestos a las rentas más altas y descompensa el modelo de financiación valenciano, mientras reduce los ingresos debilitando así los servicios públicos como la sanidad y la educación públicos, mientras hace todo eso, profesa su convencimiento de defensa de esos mismos servicios públicos y reclama un nuevo modelo de financiación al conjunto de España, sin tener en cuenta que su gobierno y sus decisiones influyen en el sistema de financiación que reclama reformar, y por tanto, es responsable por las decisiones que toma.
Y de este modo, con qué credibilidad se presenta la máxima autoridad del Consell a reclamar, exigir o proponer un nuevo modelo para las valencianas y los valencianos. ¿Dónde está su coherencia?
A estas alturas de la legislatura, pasado un cuarto de la misma, un president ha tenido tiempo para dar a conocer su perfil, quién es. Tiempo suficiente para que los ciudadanos y las ciudadanas a las que representa sepan en manos de quién están. Porque hay dos pilares básicos, que la ciudadanía reclama a quienes la dirigen, que son determinantes para consolidar un liderazgo: coherencia y credibilidad.
¿Alguien a estas alturas cree que para Mazón y su gobierno es una prioridad mejorar los servicios públicos?
La contradicción entre lo que dice y lo que hace es la prueba patente de la falta de credibilidad y de solvencia del actual gobierno valenciano y de todos sus componentes, de su falta de corresponsabilidad fiscal y nula lealtad institucional.
En declaraciones recientes, Mazón reconocía las ventajas de la descentralización política en España y también que el sistema de financiación es la herramienta que garantiza los servicios públicos. Reconocía así la historia española contada como la vivimos y percibimos la mayoría de las y los demócratas, y digo la mayoría porque es una visión opuesta a los principios de sus actuales socios de gobierno, con los que gobiernan en CCAA y municipios y donde atacan sin descanso dicha descentralización.
Pero la institucionalidad y la búsqueda de consenso le duró poco, como le pasa siempre, ya sabemos que tenemos un presidente de mecha corta, y tras reconocer los innegables avances de progreso y prosperidad experimentados por las CCAA, fue directamente a acusar al gobierno de Pedro Sánchez por la supuesta singularidad a cambio de hacer a salvador Illa presidente de los catalanes y las catalanas.
Y sinceramente, no sé que genera más rechazo, si ver a la máxima autoridad de los valencianos y valencianas siendo el primer incendiario que azuza las brasas de la crispación, del recelo entre españoles de distintas autonomías, alimentando el enfrentamiento de manera tan simplona, o el despropósito de propuesta de “financiación incentivada” que se sacó de la chistera, contraria al criterio que los mayores expertos de España en esta materia ya dejaron claro.
Consciente de su imprudencia, pero a riesgo de ser absolutamente invisible en este escenario tan importante como es el de la formulación de un nuevo sistema de financiación, el señor Mazón se presenta con su particular ‘precuela’, que cuesta valorar seriamente, porque además de no saber muy bien cuál ha sido el origen, a la Conselleria de Hacienda les sorprendió la propuesta tanto como al resto de la población. Es, sin duda, una propuesta absolutamente improcedente.
La improvisada ocurrencia tiene poca tela que cortar. Se resumiría, al final, en seguir bajando los impuestos a los que más tienen, al tiempo que dejaría a las CCAA fomentar el dumping fiscal a través de bajar impuestos indirectos, quizá los impuestos más injustos, yendo en contra del Informe de la Comisión de Expertos para la Revisión de Modelo de Financiación Autonómica, elaborado en 2017. Un informe que advierte de la tradicional oposición de la Comisión Europea a la existencia de tipos impositivos diferenciados regionalmente en el IVA, de modo que la capacidad normativa sobre este tributo solo puede cederse de forma colegiada al conjunto de las CCAA, que deberán ejercerla a través de algún órgano multilateral, manteniendo uniformes en todo el territorio nacional.
Los mayores expertos en financiación autonómica de España subrayan las importantes dificultades que supondría dar capacidad normativa colegiada a las CCAA en IVA e impuestos especiales, siempre sobre la base de establecer recargos autonómicos para obtener mayores ingresos, no carreras fiscales a la baja. Porque esa es la pregunta: ¿Dónde recibió el señor Mazón semejante revelación financiera?
Cuestión aparte es dónde queda la defensa de la progresividad y la proporcionalidad, cuando ha bajado los impuestos al 1% de la población y ahora plantea asumir competencias en impuestos indirectos, que son los impuestos menos proporcionales, como el IVA que se le aplica igualmente a toda la población, porque grava la compra del producto directamente.
La hipótesis de Mazón, que plantea bajar el IVA para ingresar más por IVA, carece de toda evidencia científica. No se ha verificado en ningún sitio, ni se puede acreditar con los últimos datos de recaudación de las comunidades autónomas en diferentes territorios que aplicaron bajadas tributarias.
El resultado de su propuesta de nueva “financiación incentivada” está a la vista. No ha convencido ni a los suyos, porque ¿qué opinan los distintos partidos populares de esta idea improvisada?
¿Es esta la mejor manera de afrontar un debate tan importante para las valencianas y los valencianos? En fin, recogiendo las declaraciones de Diana Morant, ministra de Ciencia, Innovación y Universidades y Secretaria General de los y las socialistas valencianas, el Gobierno de España está comprometido en la mejora de la financiación de la Comunitat Valenciana, y lo va a hacer desde el rigor y con la sensibilidad que jamás mostraron los distintos gobiernos del PP.
Un 25 de junio, tal día como hoy de hace ya más de una centuria, venía al mundo George Orwell, quién dejó escrito en su genial novela política de ficción distópica “1984” lo siguiente: “le sorprendía que lo más característico de la vida moderna no fuera su crueldad ni su inseguridad, sino sencillamente su vaciedad, su absoluta falta de contenido”.
Que no deje de molestarnos la vaciedad.