CASTELLÓ. El cineasta malagueño Moisés Martín se estrena en la gran pantalla con una declaración de personalidad cinematográfica. Palacio Estilistas es el título de la ópera prima del director, que adopta para esta cinta el nombre de la peluquería en la que bulle una trama cómica muy coral y repleta de enredos. Un filme de estética kitsch con la que responde a su necesidad por salir del habitual filtro que homogeniza la mayoría de películas de la cartelera y con un discurso que subyace bajo el sentido del humor con el que lanza su propia propuesta sobre el concepto de familia y maternidad. Todo eso en una sola película… y mucho más.
“Me gusta definirla como una película saludable porque sales de verla con buen rollo y con ganas de tomarte un cóctel; hace falta más arte que te genere bienestar y por eso debería recetártelo el médico”, sentenciaba el director este viernes, 19 de enero, en los cines Kinépolis del centro comercial Plazamar 2 de Alicante, donde presentaba la película junto al actor alicantino Álex Peral y la actriz Julia Macías, que son parte del reparto junto con Goya Toledo, Pastora Vega, Carlos Hipólito, Lolita Flores, Nicolás Mota, Diana de María, Sandra Martín, Juanma Lara y Ramiro Blas, quienes completan un elenco de altura. Una cinta que se estrenó la semana pasada en la Gran Vía madrileña y que llegaba este viernes a Alicante, donde se podrá ver durante los próximos siete días.
Palacio Estilistas es una comedia loca y colorista que surge del universo propio de Moisés Martín, quien lleva al ámbito cinematográfico sus propias vivencias en la cocina de su casa y en las peluquerías de barrio de toda la vida. “Esos lugares donde surgen cotilleos, historias o conflictos que son el germen de mi ficción”, explicaba el cineasta. En este caso, contando la historia de Juana Palacio, una peluquera que desea ser directora de cine y decide estafar a unos clientes para financiar su primera película. “Hay un abanico de personajes muy diversos que aportan ritmo y frescura”, describía el creador, que reconocía la “suerte” que ha tenido disponiendo de los once actores que participan en el proyecto siendo esta su primera incursión en la gran pantalla. “Les enviaba el guion y se quedaban tan extrañados que querían conocerme; después salían enamorados y se rendían ante el proyecto”, confesaba.
En una trama tan coral, el alicantino Álex Peral, que actúa en el papel de Lucas, es quien, precisamente, experimenta una mayor evolución del personaje con un arco dramático que le lleva a elegir entre la esencia de su personalidad y el pragmatismo. “Un patior”, describía el actor en jerga alicantina. “Un soñador con las ideas claras, pero con alma de Peter Pan, que se encuentra entre la espada y la pared, teniendo que elegir entre mantener su propia esencia u optar por la estabilidad”, explicaba. Transformación emocional y visual que se hace patente en una escena muy concreta que transcurre en el baño. Y es que en los baños suceden cosas importantes, sobre todo en esta película, a juzgar por el número de veces que mencionaban dicha escena durante la presentación.
Julia Macías, por su parte, interpreta a la mejor amiga de Juana Palacios. Una chica impulsiva y alocada que protagoniza alguna que otra escena subida de tono. “La bibliografía del personaje que preparó Moisés nos permitió entender muy bien el papel”, explicaba la actriz, que ha participado recientemente en Vestidas de azul, la serie de Los Javis estrenada en Atresplayer. Un spin-off de Veneno que transcurre dos años después de la muerte de Cristina Rodríguez, La Veneno, abordando la historia de seis mujeres trans de España, entre ellas Paca La Piraña. La actriz trans interpreta ahí a una mujer trans. Sin embargo, en Palacio Estilistas, Macías se pone en el papel de una mujer cishetero, mientras otra actriz cishetero interpreta el papel de una mujer trans. “Abogo porque se promueva este tipo de contratación en la cinematografía española, dejando de encasillar a las personas trans en papeles trans”, destacaba el director de la película, Moisés Martín.
Con dicha diversidad y volviendo al tecnicolor, como buen “nostálgico”, el cineasta se estrena en el cine con una propuesta costumbrista que aborda incluso lo casposo, desde el sentido del humor, para reflexión y lanzar su mensaje sobre el amor tóxico en las relaciones entre amigos y familiares, saliéndose de los habituales constructos sociales a los que parece que estemos atados. “Es un mensaje que está ahí, pero que no impide que, quien no quiera leerlo, no lo lea, y acuda solamente a disfrutar de la película para reírse un rato”, destacaba. "Es un orgullo, como alicantino, que se pueda ver esta película en la ciudad", afirmaba Vicente Seva, director del Festival Internacional de Cine de Alicante, quien además les invitó a participar en la próxima edición del certamen.
Se estrena la película por la que Pedro Martín-Calero ganó la Concha de Plata a la mejor dirección en el Festival de San Sebastián, un perturbador thriller de terror escrito junto a Isabel Peña sobre la violencia que atraviesa a las mujeres