Pandemias reales y destructivas

Los domingos perezosos en la ciudad amanecen a cualquier hora, en cualquier momento, en la precisión del cuerpo que se estira, desentumece y articula los primeros movimientos para romper la barrera de los sueños. Castelló amaneció este domingo en silencio, con su imponente cielo azul y un sol abrasador, sintiendo que sus habitantes comienzan a trasladarse junto al mar. En la casa, en medio del potente calor de este pasado fin de semana, Pancho corretea por el pasillo persiguiendo a Titi, su perro amigo. Han tenido un flechazo, dos corazones tendidos al sol de la terraza. Cada cual combatiendo el calor a su manera, buscando los lugares más frescos, el suelo más sombrío.

El silencio urbano que anuncia el comienzo de la salida de la ciudad no afecta a los patios interiores. Alguien sigue elaborando exquisiteces culinarias. El aroma de los ingredientes que utilizan te hace suspirar, descubriendo notas marinas, vegetales, el olor del azafrán, romero, tomillo, la salsa verde de ajo y perejil, el bullit casi diario, y los eternos guisos. Imaginas qué comerán cada día. Imaginas una mesa en la que deben sentarse varias personas, grandes, jóvenes y pequeñas, y que los domingos debe ser un día especial porque siempre huele a una rica paella. 

A través de los aromas la vida cobra forma, real e imaginaria. Sientes que este grupo familiar, y otros que llenan la escalera y los patios de olores hervidos y fritos, no atraviesan momentos de abundancia. Piensas que estarán sufriendo la tremenda carestía de la cesta de la compra, de la subida de los precios del gas y de la luz, del encarecimiento de todo lo que hasta ahora eran gastos habituales en los hogares normales.

El Banco de España confirma que la subida de los precios se está cebando con los hogares más pobres y las personas mayores, según cuenta Aimar Bretos en Hora25, haciendo referencia a la conclusión del informe anual que destaca que el gasto para comer y poder calentarse, o poder refrescarse, es muy superior a la media del resto de familias. “Los alimentos, la electricidad, el gas y los otros combustibles explican, en conjunto, un 58 % de la inflación para los hogares con menor renta, un porcentaje que se reduce al 34 % en el caso de los hogares de renta más elevada”, apunta la Cadena Ser. Este dato, se suma a otras cifras y porcentajes vergonzosos que señalan el alarmante aumento de la pobreza en este país.

Frente a la cruda realidad en la que está avanzando esta sociedad, nos encontramos con la visita de un señor que ha engañado a la ciudadanía, un rey sin reino ni corona, ni recato, ni honestidad. Porque no se puede definir de otra manera su actitud ante los varios delitos, archivados, -pero reconociendo que lo fueron-, ni los millonarios fraudes a la Hacienda Pública, aunque su círculo exquisito asumiera las sanciones millonarias. No hay motivo ni de orgullo ni satisfacción, usando esa frase tan de su casa real, para que este señor regrese a un país al que debe una explicación y muchas respuestas. 

Viene en un avión privado, y se va. Regresará en el mismo avión privado, a otra regata, y se volverá a ir. Claro, si permanece aquí, creo que son cinco meses y un día, está obligado como ciudadano español, a realizar su declaración de Hacienda. Y sería tremendo para este rey destronado. Además, cuenta con una causa abierta, en la Justicia británica, por acoso a su ex pareja Corinna Larsen. Un asunto que puede destapar otras cuantas cajas de sorpresas. Así, que cuando regrese en junio, ya pueden organizarle comités de bienvenida. Este sábado, Juan José Millás decía en la radio que ha robado poco, porque si hubiera robado mucho, habría mucha más gente adulando y vitoreando.

Tal como la sociedad está viviendo estos tiempos de riesgo, esta crisis en bucle que augura lo peor, la visita de este señor ha provocado rabia e indignación en una buena parte del país, a pesar de las decenas de concentrados a su alrededor este fin de semana. Es una burla, y un pésima jugada para su propio hijo. Todos estos ingredientes, que se vienen cociendo desde hace ya mucho tiempo, están ahora combinándose desde las cocinas de la derecha española y sus medios de comunicación. Porque a estos grupos de poder les parece estupendo que este señor “regrese a su patria”. Mientras, las publicaciones y portales web de la llamada prensa rosa, con una enorme difusión, se encuentran inmersas en la tarea de seguir blanqueando a esta parte de familia real que no reina. No deja de ser inquietante.

Frente a esta ignominia a la sociedad, cabría decir Basta ya de tanta tontería. Basta de seguir encubriendo fechorías, corrupciones, de blanquear a los malos, a los indignos. Basta de seguir usando al pueblo andaluz, y a Salobreña, con banderas de una extrema derecha que produce miedo. Basta de seguir mintiendo y enredando. Basta ya de tanta tontería que sigue una parte de la población abducidla por unas derechas extremas que venden fantasías, por unos lideres y lideresas que ni son fantásticos ni llevan capas para volar.

Basta ya de tanta tontería es una frase de la conocida canción Estoy por ti del legendario grupo Amistades Peligrosas que actuaron la noche del sábado en Vila-real, en el bello entorno de la Plaça Major y frente a un multitudinario público que bailó y vibró con sus canciones. Una noche mágica que nos devolvió la vida en medio de las primeras fiestas de las comarcas castellonenses sin restricciones tras la pandemia. Un municipio entregado masivamente a disfrutar de sus fiestas. Mi amiga Cristina del Valle estuvo radiante, transmitiendo esa energía brutal que nos arrastra a todas. Además, el hilo conductor de la actuación ofreció mensajes constantes de paz, de libertad, de igualdad, de lucha contra la violencia de género, de apoyo a los pueblos ucraniano, palestino, afgano, saharaui, sobre todo, a sus mujeres, las  víctimas de todas las guerras. 

La noche del sábado, emocionante y llena de encuentros, de abrazar a amigas y amigos, contagiaba ese entusiasmo que hemos guardado durante dos años, además de esas ganas de vivir y celebrar en un contexto maldito e incierto. La vida, y la alegría, nos pertenece y debemos celebrarla. Vila-real estaba espléndida esa noche, como otros municipios que han comenzando sus fiestas.

Por último, quiero añadir una nota aparte, porque, ante esta pandemia qué ha afectado y arrastrado a la población mundial, que ha colapsado economías y ha machacado los sueños, hay lugares donde no existe la esperanza. Las amigas y amigos cubanos piden ayuda urgente, un grito en el silencio de una querida isla que está a la deriva, más que nunca. Las nuevas generaciones cubanas son la tercera y cuarta generación de quienes hicieran la revolución, de quienes han vivido con ese orgullo de los héroes que conquistaron la libertad aquel mes de enero de 1959, con ese estoicismo que ha soportado todas las batallas y las peores tormentas internacionales. A golpes del cañonazo de las nueve de cada día en la fortaleza de San Carlos, el pueblo cubano está muy cansado, agotado de tanta desesperanza y de una supervivencia casi imposible.