CASTELLÓ. La lectura posee un poder único; tiene la capacidad de evadir la mente del tiempo y el lugar sin que el cuerpo físico se desplace. Sostener una obra literaria en las manos permite viajar a diversos mundos - reales o imaginarios - y épocas. No obstante, el continente del libro no resulta ajeno al transcurso de la vida y los avances, sobre todo en esta era digital. Así, en torno al 30% de la población lectora en España eligió el pasado año el formato electrónico para hacerlo, según los datos recogidos por el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros, elaborado por el Ministerio de Cultura. Pese a que desde el auge de 2018 el porcentaje no registra variaciones sustanciales, aumenta paulatinamente año tras año y amenaza de esta manera a la tradicional vía del papel.
En este sentido, la histórica Fira del Llibre Antic i d'Ocasió de Castelló regresa en su 43ª edición - organizada por el Gremio de Libreros de la Comunitat Valenciana - del 1 al 24 de noviembre en la plaza Santa Clara de la ciudad. Con el objetivo de reivindicar el papel, el contacto con el lector y la segunda vida de los libros; un total de diez librerías presentan en sus puestos una gran variedad de obras que recorrer hasta encontrar la indicada. "Me motiva venir a la feria porque me gusta el libro", asegura Héctor Torres, propietario de la Librería Torres de Valencia. "Me he dedicado a otros trabajos en mi vida, pero el libro es algo que me apasiona y me aporta calidad de vida".
Las ferias literarias, y en concreto esta de ocasión, abren la posibilidad de acercar las librerías tradicionales a la calle. En suma, se trata de una "oportunidad para exhibir el material y darle otro intento al lector para que vea más opciones a escoger", señala Marco, de la Librería Herrero de Castelló. En este sentido, los libreros coinciden en destacar el trato 'en vivo' con el cliente como una de las metas fundamentales del evento. "El contacto directo con el lector es genial", afirma Marco. Asimismo, Torres lo califica de "importantísimo, mucho más que comprar un libro por Internet". "Socialmente te relacionas y sabes de uno y de otro, al final terminan siendo amigos; encuentras cosas que pueden interesarles, les llamas... porque al estar únicamente con el ordenador se pierde el contacto con la gente", subraya.
Por otro lado, la 'batalla' entre el papel y el digital copa la preocupación del sector; no sólo por la vía en la que se lee, sino también por cómo se adquieren los libros. El barómetro de Cultura de 2023 arroja que el 45% de los lectores compra sus obras en librerías tradicionales, pero un 26% ya lo hace en línea. De hecho, este último se ubica como el canal más utilizado por la franja de edad comprendida entre los 24 y los 35 años, es decir, los jóvenes. Sin embargo, Héctor Torres tiene claro que el libro [en papel] "siempre va a existir". "Donde esté el papel, yo lo prefiero; al final, está todo en los libros. De hecho, hay gente que se está dando cuenta y regresa al papel. Se suponía que el ordenador iba a ser un adelanto, pero resulta también un atraso en cuanto la información falsa y una pérdida de aptitudes gramáticas y ortográficas a la hora de escribir o expresarse".
Los distintos puestos de la plaza Santa Clara ofrecen un mar de propuestas literarias de géneros infinitos y dirigido a todos los públicos. Así, en un paseo por las casetas se avistan desde ensayos de José Ortega y Gasset, enigmas protagonizados por Sherlock Holmes o antiguos cómics de los superhéroes más conocidos de la cultura popular. "Hay de todo", apunta Tatiana Moskina, de la Librería La Guarida de las Maravillas de València, mientras intercambia con un cliente un libro por su precio de venta. "Tanto libros para coleccionistas, como novelas sueltas o cómics; hay mucho género, todo de segunda mano". Por su parte, Marco explica que no necesariamente tienen que ser libros "antiguos", pues la feria da cabida a obras recién editadas a un coste "bastante módico" para el lector.
La feria de Castelló recibe la visita de personas de todas las edades durante estos días. Su variada oferta coincide así con las características de los lectores que se aproximan a 'hojear' los puestos. "Viene de todo; desde estudiantes, hasta el coleccionista que busca tebeos, cartelería o tarjetas postales", comenta Torres. Al mismo tiempo, Moskina concreta que, normalmente, el público de la feria es "más maduro, pero tampoco muy mayor, que busca completar sus compilaciones y le gusta leer en general". No obstante, la librera detalla que también se acercan jóvenes, aunque "no tantos", y sobre todo lo hacen a través de sus centros educativos. En definitiva, recorrer las casetas de la plaza Santa Clara conduce a la antesala del inicio del viaje que se emprende con la lectura. "El libro da pie a una mayor educación", concluye Torres. La Fira del Llibre Antic de Castelló entabla el camino hacia ella en el centro de la ciudad hasta el próximo 24 de noviembre.