CASTELLÓ. Las ayudas al azulejo siguen sin llegar y el sector continúa reclamando que el Gobierno modifique las condiciones fijadas para que las empresas puedan acceder. Tras dos meses desde que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara ayudas directas de 450 millones a las industrias gasintensivas, la provincia de Castellón, con casi la totalidad de la producción cerámica, sigue pendiente. Y las preguntas se suceden: ¿cuándo llegarán?
Este jueves, sin ir más lejos, la cuestión también se coló en un acto organizado por Podem y que contó no sólo con la presencia del candidato a la presidencia de la Generalitat, Héctor Illueca, y de la candidata autonómica a Les Corts, Marisa Saavedra, sino también con un miembro 'morado' del Ejecutivo central, el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez. Y fue este último el que, preguntado sobre la urgencia que reclaman las empresas cerámicas para esta línea de subvenciones directas, reclamó celeridad en la concesión.
Hay que recordar que la tramitación de la línea de ayudas es cosa del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, que dirige el PSOE con Reyes Maroto al frente del departamento. Con todo, el representante de Podemos en el Gobierno de España dejó claro que "esas ayudas tienen que acelerarse". Un pequeño toque de atención que ya ha manifestado el sector en múltiples ocasiones y que reiteró en este caso el secretario de Estado.
Álvarez admitió que el Gobierno de España "ha hecho un esfuerzo importante en particular para el sector de la cerámica con más de 800 millones de euros en ayudas al conjunto del sector", en referencia no sólo a los 450 millones de ayudas directas anunciadas, sino también a los otros 500 millones en créditos ICO que se han puesto a disposición. Pero sí se desmarcó de sus compañeros socialistas al asegurar que el partido morado espera "que se vayan tramitando y agilizando las ayudas para que lleguen lo antes posible".
Las declaraciones, ofrecidas antes del evento de Podemos en Castelló bajo el título ¿Capitalismo despiadado o democracia económica?, llegan justo en plena celebración de la feria del azulejo Cevisama en Feria València, donde el sector ha vuelto a reivindicar un 'salvavidas' ante el alza de los costes de la energía y la caída global de la demanda internacional. Y donde precisamente acudió este martes la misma Reyes Maroto a dar la cara y apoyar al clúster en una de sus semanas más importantes.
Hay que recordar que las compañías cerámicas están batallando para que el Ministerio de Maroto elimine algunos requisitos que, según denuncian, hacen "inaccesible" la línea de subvenciones de 450 millones de euros, como por ejemplo, el hecho de que las empresas deban cumplir con un período medio de pago a proveedores inferior a 60 días para ser beneficiarias de la ayuda, algo que dada la complicada situación actual, es muy difícil de cumplir para muchas firmas.
En ese sentido, Maroto se reunió con la patronal azulejera Ascer y se comprometió a trasladar al Ministerio de Economía sus reivindicaciones, aunque reconoció como "complicado" que se pueda aprobar una excepción a la Ley Crea y Crece. Con todo, dijo que se centraría en "encontrar una vía" para que "con el apoyo del Gobierno y la línea de créditos del ICO", el sector cerámico pueda "regularizar sus facturas" y, así, cumplir los requisitos para acceder a las ayudas.
Este lunes se activó, por otra parte, la ventanilla para solicitar los créditos ICO avalados por el Gobierno. Un instrumento que desde la industria cerámica ya han manifestado que "no es la solución", puesto que el sector "no ha pedido préstamos, ha pedido ayudas directas para una situación excepcional". Además, las empresas también señalan que los bancos no están ofreciendo de facto este producto a pesar de estar avalado por el Estado.
Por parte de la Generalitat Valenciana, también hay otra línea de ayudas directas que sigue pendiente de concretarse. El pasado mes de enero, el president del Consell, el socialista Ximo Puig, anunció que el decreto para articular las subvenciones autonómicas por valor de 50 millones anunciadas un mes antes estaría listo "en las próximas semanas". Un compromiso que, sin embargo, no se ha cumplido. El borrador del decreto sigue todavía sin hacerse público y la cortapisa de los 60 días también está suponiendo problemas en este sentido.
"Esta norma de carácter estatal nos impide también llevar a cabo las ayudas directas de la Generalitat por lo tanto estamos buscando un plan B", reconoció el mismo Puig esta semana en su visita a Cevisama, donde aseguró que la Generalitat está en negociaciones constantes con las patronales para abordar esta cuestión. La idea inicial de la Generalitat es convertir los 50 millones de ayudas directas en créditos bonificados del Institut Valencià de Finances. Una suerte de créditos a largo plazo con un tipo de interés más bajo que el del mercado y con una parte del préstamo (de un 10% o 15%) no retornable. Se trataría de dos tipos de líneas, una para circulante y otra para inversión. No obstante, Puig aseguró que la cantidad total "podría ampliarse", en función de lo que acuerden con las patronales.