VALÈNCIA. Sigue la mala racha en el Puerto de Castellón, que sigue acumulando caídas importantes del tráfico de mercancías en su recinto en lo que va de año. Por el momento, es el puerto español, al menos de los principales, que mayor hundimiento ha experimentado en el movimiento de mercancías: más de un 20% este 2023 respecto al mismo período del año pasado. Así continúa con la tendencia a la baja registrada durante los primeros meses del ejercicio y pierde la novena posición en el ranking de Autoridades Portuarias que había llegado a conseguir el año pasado.
Así lo reflejan los últimos datos estadísticos mensuales recogidos por Puertos del Estado, referentes al tráfico marítimo de abril, según los cuales la Autoridad Portuaria de Castellón (APC) ha movido 5,8 millones de toneladas entre enero y abril frente a los 7,3 millones en los mismos meses del año pasado.
Desde la Autoridad Portuaria achacan la caída a la "situación general" del transporte de mercancías en barco. Pero lo cierto es que las cifras registradas para el Puerto de Castellón constituyen la mayor merma si se compara con el resto de grandes puertos, especialmente con su principal competidor, el de Gijón, cuyo tráfico ha aumentado un 13,1% hasta las 7,2 millones de toneladas entre enero y abril respecto al mismo período del año pasado.
El 'top 3', Algeciras, Valencia y Barcelona, caen un 2,9%, un 8,3% y un 11,2% respectivamente. A ellos le siguen Cartagena, Tarragona, Bilbao y Las Palmas, con subidas de entre el 3,9% y el 10,2%. Y por detrás, Huelva (-7,6%), Gijón y Castellón. Unos resultados que dejan al recinto castellonense en la décima posición, si bien cerró el año pasado en la novena plaza con prácticamente 21 millones de toneladas, el tercer mayor registro de su historia.
En ese sentido, en el Puerto de Castellón admiten que la crisis cerámica es uno de los factores a tener en cuenta, algo que se refleja en las cifras desgranadas por tipo de mercancías. Y en ese sentido, el transporte de mercancía en general, muy vinculado a la exportación cerámica en el recinto castellonense, se ha resentido notablemente en los cuatro primeros meses del año, con una caída del 15,3%, pasando de más de 482.00 toneladas a 408.000.
Pero el tráfico más afectado es el de graneles sólidos, gran parte de los cuales, en el caso de Castellón, corresponde a materias primas. Y por este concepto, las mercancías descienden casi un 37% hasta los 2,2 millones de toneladas. Una caída sólo comparable, entre sus competidores en este segmento, con Ferrol (-53%).
Si en 2022 a estas fechas se habían registrado más de 3,5 millones de toneladas de graneles sólidos transportados desde o hasta el puerto, ahora apenas superan los 2,2 millones de toneladas. Una diferencia de 1,3 millones de toneladas que se dejan notar y mucho en el resultado general de la Autoridad Portuaria de Castellón.
En este sentido, lejos de tirar del tráfico portuario, la refinería de BP en el polígono del Serrallo ha estancado sus registros, tal como revelan los datos de tráfico de graneles líquidos, con una caída del 4,2%. Desde los 3,36 millones movidos durante este período el año pasado, en 2023 se movieron 3,22 millones.