CASTELLÓ. Los trabajos de acondicionamiento del muelle transversal exterior y el muelle talón de la rampa ro-ro situado en la dársena norte del puerto de Castelló avanzan según el calendario previsto. La actuación comenzó en noviembre del pasado año y fueron adjudicadas a la UTE Acciona Construcción y Becsa por un importe de 7.301.055 euros -IVA excluido- y un plazo de ejecución de 12 meses. El objetivo de este proyecto es reconstruir el muelle y devolverle el cien por cien su funcionalidad.
Ya se ha ejecutado la primera fase de las obras, que han consistido en la demolición de las losas y los recintos de muro de pantalla para la posterior ejecución de una nueva cimentación con hormigón de alta resistencia. Todo ello se ha acometido con medios técnicos especiales.
Hay que recordar que el Plan de Inspecciones y Mantenimiento de la Autoridad Portuaria de Castellón detectó graves daños en este muelle, tanto en su estructura emergida como sumergida, derivadas del ambiente marino. La inspección determinó corrosión de los norais, desperfectos en el pavimento, pérdida parcial de elementos de protección y posición modificada de algunas defensas, deficiencia en los bastidores y huecos en las pantallas de hormigón armado, entre otras.
En base a ello, PortCastelló estableció la necesidad de intervenir en el muelle para devolverle su funcionalidad, lo que obligó a cerrar parcialmente la parte del muelle afectada. No obstante, el presidente de la Autoridad Portuaria de Castellón, Rubén Ibáñez, ha destacado que los trabajos se están realizando en dos fases “para dejar operativa una de las partes del muelle”.
Además, ha recordado que “son obras de adecuación de un muelle que es fundamental para el tráfico del puerto de Castellón”.
El primer tramo del Muelle Transversal Exterior fue construido en 1987 y está constituido por una losa de hormigón armado que apoya sobre cajones realizados con pantallas de hormigón armado rellenos de materiales sueltos. Su objetivo era atraer tráfico de graneles sólidos. Las obras concluyeron en 1988 y con ello el muelle se convirtió en el mayor del puerto con una línea de atraque de 251 metros y calado de 10 metros. En 1996 se impulsó el proyecto de prolongación del muelle.
Se han demolido ya las losas en claraboya entre pantallas del muelle talón y 2 tramos de losas en claraboya entre cajones del muelle transversal. Tras perforar verticalmente la losa por distintos puntos, se realizan cortes longitudinales con hilo diamantado. Posteriormente se sujeta la pieza parcialmente cortada al lanzavigas, y se procede a realizar los cortes transversales y una vez la pieza (de unas 130 t) queda suelta y suspendida, se procede a su izado y desplazamiento hacia el interior del muelle. Una vez allí, el siguiente paso es su demolición con martillo hidráulico separando el acero del hormigón mediante un imán para así poder realizar una gestión óptima del material extraído.