VALÈNCIA (EP). La Vicepresidencia y Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas ha publicado en la página web de la Generalitat un protocolo para prevenir y abordar las violencias sexuales en los centros y servicios de atención a personas mayores de la Comunitat Valenciana.
Este protocolo se une al protocolo, también publicado recientemente por la Conselleria, de atención a la igualdad y diversidad en centros y servicios de atención a personas mayores, ambos con el objetivo de prevenir estas conductas y evitar la revictimización institucional de las personas mayores.
La vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Aitana Mas, ha explicado que se trata de un documento cuyo objetivo es servir de "guía" a los y las profesionales de los centros y servicios de atención a personas mayores de la Comunitat Valenciana, "para visibilizar, abordar y prevenir cualquier tipo de violencia sexual sufrida por las personas usuarias de estos recursos".
Mas ha señalado que las personas mayores en situaciones de dependencia tienen "mayor vulnerabilidad o mayor riesgo de padecer abusos o maltrato, ya que su estado limita sus posibilidades para denunciarlo y buscar ayuda". En este sentido, según indica el protocolo publicado por la Conselleria, una de cada seis personas mayores víctimas de estos abusos o maltratos tiene depresión, y una de cada dos, demencia.
Por ello, los y las profesionales de los recursos y centros donde acuden estas personas "deben disponer de las herramientas necesarias para poder detectarlos y poner en marcha los mecanismos necesarios para proteger a las víctimas", ha resaltado la vicepresidenta, según ha indicado la Generalitat en un comunicado.
La publicación de este documento se enmarca en la Estrategia Valenciana contra las violencias sexuales 2021-2025, en desarrollo del pacto de Estado contra la violencia de género, concretamente en el cumplimiento del objetivo de sensibilizar para la detección y prevención de las violencias sexuales con actuaciones dirigidas al personal de los centros residenciales de personas mayores, promover y mejorar la información y conocimiento sobre las violencias sexuales, así como fomentar su rechazo y denuncia y la solidaridad con las víctimas.
El documento señala la violencia sexual como una forma grave de vulneración de los derechos fundamentales como la intimidad e integridad física y moral, así como el derecho a la libertad sexual, y establece los diferentes tipos de maltrato a las personas mayores.
Además, contiene definiciones que contribuyen a la formación y sensibilización de todas las personas profesionales que trabajan en los centros y servicios de atención a personas mayores, así como indicadores de violencia sexual y principios de actuación con un flujograma claro de cada fase del proceso en caso de sospecha o comunicación de violencia sexual.
Así, se establecen tres tipos de indicadores o signos de alarma que deben alertar de una posible situación de violencia sexual (físicos, psicológicos y conductuales) y las actuaciones a desarrollar teniendo en cuenta los principios de protección de la intimidad; orientación individualizada; escucha activa; respeto a la autodeterminación de la persona; proactividad, implicación y colaboración y coordinación y seguimiento.
El requisito de este protocolo en servicios de atención residencial y de centro de día para personas mayores ya ha sido tenido en cuenta como criterio de puntuación para acceder a la convocatoria plurianual de acción concertada.