CASTELLÓ (EP). El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha apelado al "espíritu de Benicàssim" cuando se cumplen 40 años de la publicación del Estatut de la Comunitat Valenciana, que se gestó en esta ciudad castellonense, y ha abogado por alcanzar "grandes acuerdos" entre las fuerzas políticas en materia de financiación, inversiones y visibilidad de los valencianos así como un gran pacto por la energía, con los objetivos de sostenibilidad y autonomía energética.
Puig ha pronunciado un discurso ante el Consell durante esta jornada, en la que se ha reunido el Pleno del ejecutivo valenciano en esta ciudad de la Plana Alta. El encuentro ha tenido lugar en la Casa Abadía y, previamente, el president y el resto de miembros del Consell han sido recibidos por la alcaldesa de Benicasim, Susana Marqués, y la corporación municipal.
El jefe del ejecutivo valenciano ha defendido que el Estatut ha sido la "mano invisible" que ha acelerado la "nueva Comunitat Valenciana", que ahora es una "tierra con más gente, más diversa y con más igualdad", y que ha reforzado el estado del bienestar. Asimismo, ha reivindicado que, en 2022, este es un territorio "más protector, más progresista y con más seguridad".
En esta línea, ha reivindicado que el Estatut es una "red protectora, un manto de respeto y una garantía que permite cinco millones de maneras de ser valenciano, una por cada habitante".
A 10 años de que se celebre el medio siglo del Estatut, Puig ha aprovechado para marcar una "nueva frontera" con los objetivos hacia los que la Comunitat Valenciana debe caminar, entre los que se encuentran el fin de la violencia machista, la "igualdad real" entre hombres y mujeres, vivienda para los jóvenes y pleno empleo sin precariedad.
Asimismo, ha abogado por una salud mental reforzada, el empoderamiento de la discapacidad, el respeto a las minorías, la educación trilingüe y gratuita de los cero a los 18 años, una FP "sin complejos" y una universidad "práctica y humanista", mayores "atendidos con dignidad", conciliación "real", deporte sin discriminaciones y el fin de la pobreza infantil.
A su juicio, esta nueva frontera debe propiciar una "España polifónica", con "lealtad federal" entre autonomías, la descentralización competencial "sin valencianocentrismo", "sinergias metropolitanas" y un "interior vivo", la articulación de las mancomunidades comarcales, nuevas competencias para los municipios y un europeismo transformador.
Busca también que asegure un Corredor Mediterráneo "vigoroso", el "liderazgo" en la nueva industria, más I+D empresarial, relevo generacional en el campo, un "mediterráneo respetado", la memoria "dignificada", justicia "rápida y digital", adminsitración "emprendedora", innovación en los sectores tradicionales y una cultura "rentable" para los creadores, un valenciano "más hablado y prestigiado" y "nuevos derechos que no podemos ni imaginar".