VALÈNCIA. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, convocó este lunes a su equipo de Presidencia para abordar los asuntos principales que deberán marcar la agenda en los próximos meses. Un periodo que, cabe recordar, se antoja esencial en el futuro del Gobierno valenciano (conformado por PSPV, Compromís y Unides Podem) puesto que probablemente en mayo -o antes- habrá elecciones autonómicas.
Así, y aunque la reunión de altos cargos del Palau los lunes a primera hora es habitual, la propia presencia de Puig -que no suele asistir a esta cita- y los asuntos puestos sobre la mesa, evidencian el deseo del jefe del Consell de pisar el acelerador en materia de gestión desde el primer día laborable de 2023.
En este sentido, desde Presidencia subrayaron que las principales líneas de actuación para este año serán la lucha contra la inflación, la captación e inversión de fondos europeos, el relanzamiento de la economía y la generación de empleo en la Comunitat Valenciana. Unos objetivos especialmente sensibles en una etapa preelectoral: los últimos sondeos ofrecen resultados ajustados en general y la continuidad del Botànic no está garantizada, por lo que la situación económica se antoja una de las claves en el resultado que arrojen las urnas.
Además, el jefe del Consell también señaló este lunes como líneas de trabajo prioritarias el refuerzo de la sanidad pública y el facilitar el acceso a la vivienda, especialmente de las personas jóvenes. Respecto a la primera cuestión, Puig insistió en el objetivo del Consell de reducir las listas de espera y "ofrecer la máxima cobertura a las personas que necesitan atención sanitaria", para lo cual se ha aprobado que aquellos pacientes que deban ser sometidos a una intervención quirúrgica en la que exista una demora superior a dos meses, puedan recurrir a un hospital concertado desde el primer día.
El president, además, instó a todo el equipo de Presidencia a realizar un estrecho seguimiento de los efectos de las medidas contra la inflación adoptadas por la Generalitat, y que se han prorrogado para los próximos meses, como la rebaja de tasas del 10 %, la suspensión del canon de saneamiento del recibo del agua o la reducción de hasta el 80 % del precio del transporte público, que seguirá siendo gratuito para los menores de 30 años.
La lucha contra el ascenso de precios será, sin duda, uno de los retos principales del Botànic en los próximos meses. Prueba de ello es que Puig pidió también ayer a su equipo que estudien nuevas medidas que puedan aplicarse a corto y medio plazo puesto que la inflación constituye "el impuesto más injusto que afecta especialmente a las familias con rentas más bajas", según definió el presidente a preguntas de los medios.