BARCELONA. El fútbol son resultados, pero también sensaciones. Es fácil establecer paralelismos entre el partido de esta tarde y el de la pasada temporada. Contextos casi antagónicos y dinámicas de trabajo opuestas.
Quedémonos con lo positivo y miremos hacia adelante. Es verdad que el partido se pudo perder, y que el filial perico tuvo más ocasiones para ganar en el cómputo general pero, ese intangible que es la sensación de equipo que se transmite, da pie a tener mayor confianza en este Castellón. Ya compite de tú a tú con otros conjuntos llamados, a priori, a estar peleando por los puestos de honor.
Óscar Cano volvió al 1-4-4-2 de salida, premiando a Serra y Cubillas por ser revulsivos de la última victoria. El Espanyol empezó fuerte, intentando apretar arriba y ponerse por delante. Poco le duró el balón. Apenas quince minutos. Calavera se animó y comenzó a cortocircuitar a los locales. Recupero y no pierdo, como premisa. Luego Carles y Rubén articulan la posesión. Juego de posición casi académico, comenzando por un lado para buscar llegar por el contrario. Solo faltaron los últimos metros, que es donde se ganan los partidos. La zaga españolista contuvo bien y permitió contadísimas llegadas con peligro.
Los albinegros fueron dominadores durante más pasajes del primer tiempo pero en la reanudación se vio a un Espanyol más decidido y con convicción de ir a por el partido. Los primeros 25 minutos las llegadas locales fueron a más. El Castellón empezó a hundirse atrás y la presión tras la pérdida de la pelota la manejaban mejor los de casa recuperándola cerca del área visitante. Ahí pudimos comprobar que además de grandes jugadores con balón, el Castellón sigue teniendo muy buenos centrales y un portero top para esta categoría.
Verdés, Satrústegui y Álvaro Campos sostuvieron el empate. En especial, el meta valenciano con cuatro intervenciones salvadoras. El técnico decidió mover ficha y cambió el dibujo. Quitó a un delantero y entró un mediapunta. Se fue Cubillas y entró Jorge Fernández, que tuvo una ocasión clarísima para marcar en la recta final.
El encuentro caminaba hacia el momento culminante y ahí César y Serra, con más espacios, demostraron que tienen gasolina de sobra para acabar a ese nivel de intensidad un duelo así. Cómo no, César tuvo la suya. El manchego tiene ese instinto depredador que le hace estar siempre en boca de gol. De un remate inverosímil al palo largo casi revienta el partido. Adri estiró sus brazos y se quedó la pelota. Por su parte, los cambios en el rival no surtieron excesivo efecto.
En los últimos minutos salieron Gálvez y Alfred. El cordobés ayudó a sujetar a Soni y a aguantar las últimas embestidas de los locales. El de Olot lo intentó y tuvo un par de acciones individuales interesantes, aunque dispuso de poco tiempo. Ya no dio para mucho más. Los últimos minutos fueron un ida y vuelta constante con dos equipos que parecían no querer firmar las tablas de ninguna manera.
El Castellón sigue invicto tras cinco jornadas. Dando imagen de equipo serio y que sabe a qué quiere jugar. Queda mucho todavía pero la línea es buena y la clasificación así lo atestigua.
Ficha técnica:
RCD Espanyol B: Adri López; Soria, Iago, Nacho, Pujol; Manchón (min.76 Josi), Dami, Víctor, Moha (min. 80 Nil); Nico (min.69 Max) y Soni.
CD Castellón: Álvaro Campos; Muguruza, Verdés, Satrústegui, Víctor; Carles, Calavera, Serra, Rubén Díez; Cubillas y César Díaz.
Árbitro: Víctor Pérez Peraza (Colegio tinerfeño). Amonestó a Iago, Manchón, Ricard y Damià por los locales y Verdés, Satrústegui, Cubillas, Jorge Fernández, Óscar Cano y Sergi López (preparador físico) por el Castellón.