la pérdida de poder institucional deja al president con pocos puestos para situar a sus afines

¿Qué te llevarías a una isla desierta? El dilema de Puig sobre cuáles de sus fieles 'salvar' en Les Corts

22/06/2023 - 

VALÈNCIA. "¿Qué te llevarías a una isla desierta? ¿Un mechero o una tablet?". Con esta reflexión resumía un dirigente socialista consultado por este diario el dilema al que se enfrenta el todavía presidente de la Generalitat y líder del PSPV-PSOE, Ximo Puig, respecto a los puestos de libre designación que puede repartir en el que es el único refugio seguro para los afines del jefe del Consell, Les Corts Valencianes.

Una derrota en las elecciones autonómicas tiene una primera consecuencia terrible para cualquier fuerza de gobierno: el golpe moral que supone el tránsito a la oposición y la imposibilidad de llevar a cabo las políticas planeadas para la siguiente legislatura. Pero la segunda consecuencia, peor si cabe, es la que se revela como una gran réplica de un movimiento sísmico: la pérdida del puesto de trabajo de decenas de personas dependientes del poder institucional. 

Consellers, secretarios autonómicos, subsecretarios, directores generales, asesores...  267 cargos -según contabilizó este diario en la recta final de la legislatura a través de GVA Oberta- de los que aproximadamente la mitad pertenecían a designaciones del PSPV-PSOE. Es decir, miembros o simpatizantes de la formación socialista que, en su mayoría, llevan varios años -incluso los ocho de gobierno- trabajando en las instituciones al servicio final del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y que ahora se enfrentan al retorno a sus ámbitos profesionales o la espera de una posible recolocación como soldados en el ejército de resistencia del líder del PSPV frente al gobierno de PP y Vox.


Ahora bien, el margen de maniobra del secretario general de los socialistas valencianos es muy escaso. La derrota en la Generalitat aboca a Puig a elegir, ya no sólo entre el abanico de cargos del segundo escalón del Consell, sino también entre su propio equipo de colaboradores más estrecho, a las personas que le acompañarán a esa isla desierta en Les Corts Valencianes.

En este sentido, cabe recordar que los puestos en el grupo parlamentario socialista no son infinitos. Todo apunta a que el PSPV se quedará con dos puestos en la Mesa de Les Corts -algo que ha molestado a Compromís-, por lo que debería corresponderles cuatro asesores. Además, el partido podrá emplear los fondos obtenidos por los 31 diputados obtenidos (el dinero mensual asciende a los 87.287; más de 1 millón al año y 4,1 millones a lo largo del mandato que entra). 

En cualquier caso, y aunque pocos se aventuran a hacer cuentas, las distintas fuentes consultadas ven difícil que en el grupo pueda haber más de 15 asesores socialistas. Pocas plazas para combinar los deseos del presidente de mantener una estructura de confianza, apuntalar un equipo listo para trabajar en la oposición parlamentaria, dibujar un equipo potente de comunicación, cumplir con algunos compromisos orgánicos de cara a procesos congresuales...

El líder del PSPV, Ximo Puig, debe decidir por quién apuesta para su equipo de oposición. Foto: KIKE TABERNER 

De la misma manera, no parece que Puig pueda tener predicamento en otras instituciones. La principal donde probablemente gobernarán los socialistas es la Diputación de Valencia, si bien estará en manos del secretario provincial, Carlos Fernández Bielsa, que dirigirá los puestos disponibles a fortalecer el municipalismo de su órbita, por lo que se esperan pocas concesiones al 'ximismo', especialmente después del conflicto de las listas.

De ahí la metáfora sobre el tópico de las que cosas que una persona se llevaría a una isla desierta, en este caso Puig y Les Corts. Las fuentes socialistas consultadas por este diario, ven "lógico" que el jefe del Consell traslade a parte de su núcleo duro a Les Corts: cargos como el secretario autonómico de Promoción Institucional, Alfred Boix; la directora general de Relaciones con Les Corts y vicesecretaria general del PSPV, Ana Domínguez; el director general de Relaciones Informativas, Pere Rostoll, o la jefa de Gabinete de Puig, Esther Ortega; son algunos de los que suenan, si bien en Presidencia trabajaban otras 30 personas entre asesores y altos cargos. 

A partir de ahí, el dilema del líder del PSPV se situará en elegir los activos que considere objetivamente más valiosos para el objetivo de la labor en la oposición y para la resistencia y equilibrio en el partido o si las decisiones tendrán un componente más personal o emocional. 

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