CASTELLÓ. Quimialmel es quizás uno de los grandes desconocidos del entramado económico castellonense. La firma dirigida por Fernando Quintana y con sede social en la calle Sant Roc de la capital de la Plana, dedicada fundamentalmente al tratamiento de materias primas para la industria cerámica, es la cabecera de un grupo formado por más de una veintena de sociedades que el año pasado facturó 174,8 millones de euros.
La cifra supuso que la actividad del grupo cayese un 2,8% respecto al ejercicio anterior, cuando rozó los 180 millones. Esto se debe en parte a "la política del departamento de riesgos", que limitó "en gran medida las ventas que excedían de los importes asegurados por las compañías de seguros de riesgo", señala la propia firma en el informe de gestión que acompaña a sus cuentas de 2018.
Debido a ello, el grupo ha buscado a lo largo de este año "desarrollar políticas comerciales que supongan mantener o incluso incrementar el actual afianzamiento y estabilidad". El año pasado ya comenzó a materializarse esto, con un incremento de su actividad fuera de España y de la Unión Europea. Así, sus ventas en el mercado interno cayeron un 15% hasta los 73,7 millones de euros, mientras la facturación fuera de los Veintiocho creció un 26% hasta los 35,8 millones. En la UE la cifra se mantuvo prácticamente estable en torno a los 65 millones de euros.
El grupo castellonense espera continuar por este camino durante el presente ejercicio, cuando entrarán en producción "parte de las inversiones en el extranjero" acometidas en años anteriores, lo que debería redundar en un "impacto global favorable", recoge el informe de gestión.
En Quimialmel esperan así mantener o aumentar los beneficios, que el año pasado alcanzaron los 5,2 millones de euros, muy cerca de los registrados en 2017. El resultado de explotación fue mejor en 2018 que un año antes (alcanzó los 7,4 millones), pero un ligero deterioro financiero penalizó esta partida.
De las ganancias netas, la mayor parte, 4,5 millones, son atribuidas a la enseña, mientras 278.000 corresponden a socios externos, señalan las cuentas consolidadas. Y ello a pesar de que Quimialmel redujo su facturación en 17,5 millones de euros y su benefició también cayó hasta los 1,3 millones.
Además de esta compañía, el conglomerado dirigido por Quintana agrupa a filiales comerciales en Chile, Marruecos, México, Italia, Colombia, Bolivia y Portugal. Asimismo, el grupo cuenta con empresas de diversas ramas del sector químico, como Europea de Materias Primas, Quimgra, Zaera Calaf, Kaltun Ibérica (nacida para dar servicio a la compañía turca Kaltun Minning) y Advanced Materials for Ceramics. Además, en el sector de la logística cuenta con la firma de transporte Orangetrans, la de almacenaje en el puerto Bulk Cargo y Terminal Marítima de Castellón, que cesó su actividad en 2017 pero sigue dada de alta. En otros sectores, cuenta también con Medios de Azahar, dedicada a la impresión de un diario local.
De ahí la elevada facturación de un grupo sobre el que pesa en la actualidad 57,2 millones de deudas a corto plazo y 13,5 a largo. La firma redujo el año pasado ambas partidas, sobre todo la primera, en 7 millones.
Nacida en 1977, el año pasado Quimialmel celebró su 40 aniversario y este mismo mes de septiembre ha solicitado una declaración de interés comunitario para, a través de la Lotup autonómica, regularizar sus instalaciones principales, de 40.000 metros cuadrados y ubicadas en suelo no urbanizable entre la N-340 y la AP-7 en Castelló tras varias décadas en producción.