Rearme de comunicación botànica: el baile de periodistas en la política valenciana

VALÈNCIA. El Gobierno valenciano ha experimentado numerosos cambios en las últimas semanas. El adiós de Vicent Marzà como conseller de Educación y la entrada de Raquel Tamarit; la remodelación impulsada por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, con cambios en diferentes carteras, o la marcha de la vicepresidenta, Mónica Oltra, tras su imputación por la gestión de su conselleria en el abuso a una menor tutelada a cargo de su exmarido, han sido algunas de las variaciones en el Botànic.

Unos cambios que han conllevado algunos otros en el segundo escalón del Ejecutivo pero también en un área que, aunque desconocida para el gran público, muchos consideran fundamental especialmente a menos de un año para las elecciones autonómicas. Así, ya sea por estas modificaciones en el Ejecutivo o por circunstancias colaterales, lo cierto es que en apenas unas semanas varios son los directores de comunicación ('dircom') que han sido relevados o trasladados a otras áreas, en muchos casos con el objetivo de impulsar la difusión de los mensajes del Consell del Botànic o de otras instituciones relacionadas.

Así el último golpe de timón en comunicación botánica tuvo lugar este viernes en la Vicepresidencia Primera del Gobierno y Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, en este caso en manos de Compromís. La marcha de Mónica Oltra y la entrada de Aitana Mas como máxima responsable también ha conllevado algunas modificaciones: por lo pronto, el nuevo responsable de prensa es Rubén Esquitino, que encabeza un área donde había llevado la batuta en los últimos siete años Paco Pellicer, si bien según reflejó el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) este viernes, sí seguirá como asesor el hasta ahora jefe de Gabinete de Oltra, Miquel Real. 

Por otro lado, otro cambio de relevancia en la comunicación en las fuerzas del Botànic, en este caso en las filas socialistas, se produjo este lunes con la incorporación de la hasta ahora responsable de prensa del PSPV-PSOE, Amparo García, como jefa de Gabinete de la nueva delegada del Gobierno, Pilar Bernabé. 

Una clara muestra del interés por parte de los socialistas de potenciar la difusión de la gestión del Gobierno de España en la Comunitat pero también de visibilizar en la agenda política valenciana las acciones desde el Ejecutivo central que beneficien al Botànic. Tras este cambio, la dirección socialista busca un nuevo responsable de prensa que todo apunta saldrá de la promoción interna.

No ha sido el único cambio en la parte socialista del Gobierno valenciano. En abril ya se hizo pública la incorporación, procedente de Ciudadanos, de la periodista Raquel Miralles como nueva 'dircom' de la Conselleria de Justicia. Precisamente en este departamento se confirmó este lunes la salida de la responsable de Comunicación de la Sociedad Valenciana de Gestión Integral de los Servicios de Emergencias (Sgise), Lorena Tortosa, y la incorporación de Lourdes Nadal, quien hasta ahora compatibilizaba labores de prensa para el grupo socialista en la Diputación de Valencia y en el PSPV-PSOE en el ámbito provincial.

También las modificaciones hechas por Puig en el Consell derivaron en movimientos en las áreas de Comunicación. En Obras Públicas, tras la salida de Arcadi España en dirección de Hacienda junto con su jefa de Prensa, Begoña Cano, se otorgó la responsabilidad en Comunicación a Alba Garrido, quien hasta ahora había llevado el peso de este área en Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV).  

Sin salir de la formación socialista, el puesto dejado por Rebeca Torró como secretaria autonómica de Economía, para convertirse en consellera de Obras Públicas fue ocupado por Empar Martínez, quien incorporó como asesora a otra periodista, Patricia Raduá.

En la coalición valencianista, tal y como informó este diario, también se han producido algunas salidas en los últimos días, como es el caso de Vicent Pons y Cristina Chirivella, en este caso fruto de reajustes de plantilla acometidos por la citada formación, por lo que no hay refuerzo a la vista.