CASTELLÓ. (EP). El pediatra del grupo Vithas, Fernando Baixauli, ha pedido a los padres que presten atención a las indicaciones y advertencias de los juguetes que compren en estas navidades ante el riesgo de asfixia por piezas pequeñas, que es una de las principales causas de mortalidad en niños de uno a cinco años. Para el especialista, la mejor medida es la prevención y dejar fuera del alcance de los niños todos aquellos productos pequeños que puedan llevarse a la boca. "La responsabilidad de las familias a la hora de comprar juguetes es clave, hay que adquirirlos en lugares que tengan todos los permisos de calidad e inspecciones en regla y sobre todo hay que tener en cuenta las indicaciones y advertencias, es decir, si es o no apto para el niño según su edad", ha comentado.
Además, ha alertado sobre algunos alimentos navideños, como frutos secos, uvas o caramelos, porque también pueden producir asfixia en el caso de los menores.
"Este tipo de productos puede deslizarse en la boca del niño de forma involuntaria, sin ser masticados y provocar una obstrucción en las vías respiratorias incluso pueden llegar a causar la muerte por asfixia si no se actúa de forma rápida. Lo que viene agravado porque los niños pequeños no tienen todos los dientes para masticar adecuadamente, el reflejo de deglución debe aún desarrollarse más, y no son conscientes a esas edades del peligro que ello conlleva", ha afirmado el doctor Fernando Baixauli, pediatra de los hospitales Vithas Castellón, Vithas Valencia Consuelo y Vithas Valencia 9 de Octubre.
En el caso de ocurrir un atragantamiento, Baixauli menciona que las tos originada por la aspiración, puede conseguir que el niño expulse lo que provoca la obstrucción pero "no siempre es así", lo que puede desencadenar, ha detallado, en neumonía, enfisema pulmonar, infecciones o la muerte.
Ante este tipo de situaciones, el especialista considera fundamental que los progenitores sepan realizar la maniobra de Heimlich. "En el caso de que el niño hable y respire con normalidad, antes de aplicar este procedimiento hay que dar unos golpes en la espalda. Si el objeto no sale o el niño no es capaz siquiera de hablar, es el momento de aplicar la maniobra de Heimlich para niños", ha explicado.
Concretamente, esta maniobra se ejecutará, en palabras del profesional, siempre que la persona o niño no pueda respirar, toser ni hacer sonidos. "Se realiza poniéndose de rodillas detrás de la persona, rodeándola con los brazos alrededor de la cintura y formando un puño con una mano. Después, se coloca el puño con el lado del pulgar contra el vientre de la persona, justo arriba del ombligo, pero muy por debajo del esternón. Se realiza una compresión rápida hacia arriba en el abdomen.
Esto puede provocar que el objeto salga expulsado. Es posible que se necesite utilizar más fuerza para una persona más grande y menos para un niño o para un adulto de baja estatura. Se debe repetir la compresión hasta que salga el objeto o la persona se desmaye", ha concluido.