CASTELLÓ. En el siglo XXI la sostenibilidad se ha convertido en el pilar fundamental en la toma de decisiones, buscando no poner en peligro las necesidades de las generaciones futuras y el medioambiente y, además, asegurando las necesidades actuales.
En las últimas décadas, y ante los impactos ambientales, sociales y económicos de la actividad humana, la preocupación hacia el planeta ha ganado relevancia. Tanto que, en contraposición a esa manera de enfocar el progreso sin tener en cuenta las consecuencias de algunas acciones, surgió la palabra sostenibilidad. Un concepto que se formuló en la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medioambiente (1972), pero que empezó a coger forma a partir de 1987, cuando se publicó el Informe Brundtland (Nuestro Futuro Común), que aclaraba los objetivos del desarrollo sostenible e introdujo los tres pilares de la sostenibilidad: medioambiental, social y económica, también conocidos como ESG (Environmental, Social, Governance).
Por tanto, la sostenibilidad no se limita a la protección del planeta, sino que es un concepto que abarca diversos aspectos.
La sostenibilidad ya no es una opción y adquiere tres dimensiones: sostenibilidad ambiental, sostenibilidad económica y sostenibilidad social.
Así pues, en este especial de sostenibilidad de la revista Plaza centramos el foco en las posibilidades que presta el tejido empresarial, social y económico que nos rodea.
Exploramos diferentes casos de éxito de empresas y entidades que son referentes en sus políticas y compromisos con la sostenibilidad. Unos objetivos estratégicos que plasman en su dia a dia con el cumplimiento con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 y que consolidan en su filosofía de empresa.
Especial Sostenibilidad Revista Plaza