Ribera insiste en Bruselas en que hacen falta medidas europeas sobre el gas y la luz

MADRID (EFE). La vicepresidenta y ministra española para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, volvió a insistir este lunes en que se deben buscar soluciones europeas, tanto a corto como a largo plazo, para hacer frente a la carestía del gas y su repercusión en el precio de la electricidad.

"No nos puede bastar el conformarnos con constatar que esto es así o con constatar que los mercados funcionan. Es responsabilidad del conjunto de los gobiernos y de las instituciones europeas hacer un análisis sobre qué más se puede hacer. No podemos ser testigos mudos", dijo Ribera a su llegada a Bruselas para participar en un consejo de ministros de Medioambiente de los países de la UE.

La vicepresidenta tercera del Gobierno de España, que lleva meses presionando para impulsar en Bruselas reformas en el mercado eléctrico y en el gasístico ante el histórico avance de los precios, reiteró que es necesario intervenir porque la situación "impacta en las familias y en los hogares, pero también en la industria en general y en la capacidad de recuperación".

Aplacar la carestía de la energía a cargo de los presupuestos de los países y sin reformas en el sistema "drena recursos del conjunto de las economías europeas que podían estar destinados a medidas sociales e innovación" y a "hacer inversiones que aceleren la transición energética".

Ribera contempla dos líneas de actuación en la UE, una primera que pasa por "plantear una alternativa de opciones políticas sobre cómo reaccionar en situaciones excepcionales" y otra donde se abra un "debate de largo recorrido".

En ese segundo contexto, en particular, cree necesario "ir haciendo evolucionar" el marco regulatorio "del mercado eléctrico europeo y, en general, de los mercados energéticos en Europa para favorecer una adaptación a lo que está siendo ya una realidad completamente distinta a la de 10 o 15 años", dijo.

El pasado jueves, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE analizaron el contexto energético en la cumbre celebrada en Bruselas, pero fueron incapaces de adoptar ningún compromiso en un debate que se alargó durante diez horas.

"Desgraciadamente se cruzó con un debate complejo desde el punto de vista doméstico y desde el punto de vista de la geopolítica actual en el Consejo Europeo la semana pasada pero que no impide que sigamos trabajando", dijo al respecto.

No obstante, que el debate energético europeo se traslade sin grandes avances al 2022 es "un problema", añadió, porque "no basta solo con acompañar a las familias a través de medidas fiscales y presupuestarias" sino que es necesaria una reforma del sistema para adaptarlo a la realidad actual y ahí "deben responder las instituciones europeas".

"Lo que es cierto, y es algo que la Comisión no recuerda, es que lo que está en mano de los gobiernos nacionales o las políticas presupuestarias, las políticas fiscales y las políticas sociales. Y nos recuerda también que el marco regulatorio de energéticos corresponde fijarlo a la UE", señaló Ribera, que reivindicó que la postura de España tiene aliados como Francia e Italia.

"No estamos solos en esta apreciación, los ritmos son diferentes, entendemos que la posición de la Comisión no es fácil y entendemos también que tomar una decisión a nivel europeo e implementarla, desgraciadamente, tarda mucho más tiempo de lo que nos gustaría. Pero ponernos de acuerdo los 27 Estados miembros tiene también un valor en sí", concluyó.