CASTELLÓ. Robe Iniesta (Plasencia, 1962) actuará el próximo 29 de octubre en el recinto multiusos de Onda dentro de la extensa gira 'Ahora es cuando' con la que lleva meses presentando por toda la geografía nacional su tercer trabajo post Extremoduro, 'Mayéutica'. Aprovechamos para, en una conversación telefónica, hablar con él de su nuevo disco, de sus planes de futuro, de la música y, sobre todo, de la letra.
-Llegas en la recta final de una gira bastante larga, que comenzó en junio y finalizará en noviembre, con un buen número de conciertos al mes. ¿Qué tal de fuerzas, qué sensaciones te está dejando esta gira?
-Es una gira larga, sí, y de hecho ha tenido dos partes, una el año pasado con veintitantos conciertos, y otra este. Pero no está siendo especialmente intensa, porque solo actuamos viernes y sábado, de forma que entre semana estás en casa. Yo creo que a los conciertos hay que llegar con ganas, y para eso es importante no dar demasiados. Estamos con muchas ganas, porque la verdad es que estamos disfrutando mucho esta gira, y creo que el público también, así que las sensaciones son muy buenas.
-Estáis optando por escenarios al aire libre, pero no se si tu estilo actual está más pensado para sitios cerrados con menos público.
-Bueno, quizá los otros discos anteriores de Robe sí, encajaban más en teatro, y de hecho así lo hicimos, pero no quedé muy contento con la gira de 2017 [con el disco 'Destrozares'], porque aunque a lo mejor no eran discos con una marcha roquera, sí que tenían marcha, y parece que la gente se quedaba con ganas de levantarse. Era un quiero y no puedo. Pero 'Mayéutica' es muy distinto, mucho más potente que los anteriores, más roquero, aunque sin perder esos matices que hemos ido introduciendo en los anteriores trabajos.
-Precisamente, 'Mayéutica' suena mucho más a banda de rock, aunque como dices sin perder esos matices de los anteriores. ¿A qué crees que se debe? ¿O simplemente salió así?
-Nos vamos conociendo más, cada vez sonamos mejor juntos, y podemos experimentar. Estamos en un punto muy interesante, y luego, la llegada de Woody [Amores, el nuevo guitarrista de la banda] ha cambiado nuestro sonido. Me gusta mucho lo que hacen juntos el violín y el clarinete, por supuesto, pero también me gusta lo que hace la guitarra. Creo que ahora tenemos un sonido muy potente, con más matices y otra riqueza.
-'Mayéutica' va, una vez más, contra la ortodoxia de que un disco tiene que tener doce canciones de tres minutos y medio. Una sola canción, aunque en este caso dividida en cuatro movimientos, un interludio y una coda. Es algo que ya habías hecho antes, con 'Pedrá' por ejemplo. ¿Es premeditado? ¿Lo haces por ir a la contra?
-[Risas] No, no, en absoluto. Yo me pongo a tocar la guitarrita y no se lo que aparecerá, luego tengo que ir interpretándolo. Quizá en 'Pedrá' sí que fue más premeditado, era un caso especial y tenía claro que iba a ser un solo tema, durase lo que durase. Pero eso es difícil tenerlo en la cabeza al componer, se trata de hacer una canción y buscar el momento en que la ves redonda. Si luego sigo componiendo y me doy cuenta de que estoy haciendo la misma, pues... No me pongo límites. ¿Para qué, para salir en la radio? Pero si dice "bailar como una puta loca", eso no lo van a poner en ninguna emisora.
-¿Es 'Mayéutica' una continuación de 'La ley innata' de Extremoduro, como tu mismo has comentado en alguna ocasión?
-Sí, bueno, eso tampoco ha sido premeditado. Fue cómo lo interpreté, al ver muchas cosas en común. No solo en la forma del disco, con cuatro movimientos, intro y coda, sino también en lo que iba diciendo, pero diez años después. Es otra forma de decir las mismas cosas, pero no ha sido premeditado. A mi me da igual que una canción me salga de un estilo o de otro, si me emociona y creo que va a emocionar a la gente, ya me vale.
"No me marco una fecha para retirarme, en cuanto acabe esta gira empezaremos el disco nuevo"
-¿Qué planes de futuro tienes, vas a seguir sacando discos y haciendo giras, te planteas parar...?
-No quiero marcarme fechas, el cuerpo y las ganas irán diciendo. Los planes de futuro que tenemos ahora mismo son acabar esta gira y ponernos con el nuevo disco, que ya hay material. En cuanto tienes canciones, estás loco por grabarlas, y cuando las grabas, estás loco por salir a tocarlas. Si hay canciones nuevas, todo lo demás es fácil.
-Esta pregunta me ha pedido que te la haga mi madre, profesora de literatura, en cuanto se ha enterado de que iba a entrevistarte. ¿Las metáforas que escribes están muy trabajadas o te salen sin pensar?
-Depende de lo que entiendas por trabajadas. Las cosas se te ocurren. Yo siempre digo que los poetas estamos de guardia 24 horas al día, y se ríen. Se trata de que las cosas te vengan a la cabeza, eso no se puede forzar. Para mi la mejor manera de componer es tener esa idea rondándote la cabeza pero no estar pensando en ello, sino en cierta manera tener la mente en blanco, y así es más fácil que te venga. Pero hay que estar siempre un poco alerta para escarbar cuando eso pasa.
-¿Tienes la sensación de que tus letras se hayan ido alambicando con el paso de los años, que se hayan hecho más complejas, más poéticas en cada disco?
-Hombre, muchas gracias por decirme eso. Aunque tampoco es algo buscado, y no siempre la complejidad es buena. Simplemente intento transmitir lo más auténtico, pero sí creo que he ido evolucionando con el tiempo, aprendiendo y haciendo mejor las cosas.
-Hablando de escritura, en 2009 nos sorprendiste con una novela, 'El viaje íntimo de la locura'. ¿Podemos esperar otro libro de Robe Iniesta?
-No lo sé. Escribir en prosa, una novela, es un trabajo enorme. Hace falta una chispa que te motive, que te entren las ganas de escribir y te creas lo que estás haciendo. Tengo que decirte que lo gocé mucho escribiéndola, es más agradecido escribir una novela que una canción porque son muchas horas de creación, que es lo que te llena. Sí que me gustaría, pero no está en mis manos. Si encontrara esa chispa necesaria, sin duda, estaría encantado.
-¿Cómo valora alguien que lleva casi cuatro décadas en los escenarios y siendo muy fiel a su estilo el panorama actual de la música mainstream?
-Pues no me gusta mucho. A ver, la música mayoritaria siempre ha sido la de baile, y esta siempre me ha parecido superficial. Y ahora, a lo mejor estoy equivocado y son cosas de la edad, pero veo a la música actual aún más superficial. Y no solo las letras. Una canción, para mi, tiene que tener un esqueleto fuerte, que es la letra y la melodía, y luego en la superficie están los arreglos. Una canción guapa tiene que tener un esqueleto potente. Y así la puedes llevar a cualquier estilo, porque la base es fuerte. Ahora me da la sensación de que se centran mucho precisamente en lo otro, en los detalles, los arreglos, lo superficial. Si le quitas eso, se queda en nada.
-¿Y cómo ves esta corriente de hipercorrección política en la que hay que ir con mucho cuidado de no ofender a nadie? ¿Podrías hacer 'Puta', que tiene ya veinte años, en estos momentos?
-Bueno, según la música que hagas ya sabes que puedes ir a un medio u otro, pero yo nunca me he cortado a la hora de componer mis canciones. Parece que ahora, de todas formas, esa tendencia ha ido a más, y me da un poco de fatiga, pero yo a la hora de componer no tengo esas cosas en cuenta.
"Por suerte a nuestros conciertos viene gente muy distinta, también muchos jóvenes"
-Para terminar, ¿habéis notado que se ha producido un relevo generacional en vuestro público? ¿En los conciertos veis gente joven, o son los mismos que os seguían con veinte años que ahora lo hacen con cincuenta?
-[Risas] Por suerte no son solo los de cincuenta, viene gente muy distinta, y muchos jóvenes. Pero esto ya pasaba antes, y por eso [con Extremoduro] empezamos a dividir la pista para que hubiera dos zonas, la de los que vienen a saltar y los que quieren seguir el concierto más tranquilos. Eso lo seguimos haciendo con Robe precisamente porque viene gente muy distinta, de todo tipo. Ojo, también hay gente más mayor que quiere meterse en el jaleo, y al revés. Normalmente, ves cerca del escenario a la gente que quiere guerra, pero también hay otros más estáticos que lo están gozando de otra manera, también muy intensa, cogidos a la valla. A ver, no hay una división física, eh, solo pedimos a la gente que si quiere una cosa se ponga a un lado, y si busca otra, al otro. Y eso empezamos a hacerlo porque, afortunadamente, venía y sigue viniendo gente muy joven a nuestros conciertos.