CASTELLÓ. En su segunda temporada en Segunda División B, Rubén Díez se encuentra con una buena oportunidad de dar el salto al fútbol profesional con el Castellón, club al que llegó hace un año y medio procedente del Teruel.
El jugador zaragozano se incorporó a la categoría de bronce tras dos buenas campañas en el Tarazona, equipo de Tercera División con el que disputó el play off de ascenso en dos ocasiones. No logró su propósito de subir, pero el Teruel, equipo que estaba en su mismo grupo y que sí había ascendido en la segunda temporada, se fijó en él para su nuevo proyecto en Segunda B.
Seis meses después, fue el Castellón el que se hizo con los servicios del aragonés, que rápidamente se convirtió en un jugador importante para Óscar Cano. Contribuyó a la salvación del equipo orellut y ahora es parte fundamental del bloque que se ha situado a 90 minutos de dar el salto a Segunda División.
Rubén Díez reconoce que la ronda de campeones que disputará el 18 o 19 de julio será el partido más trascendente de su vida por las consecuencias que podría tener en su trayectoria como futbolista. “Para mí y para la gran mayoría de la plantilla es el partido más importante de nuestra carrera porque es la oportunidad de meternos en el fútbol profesional. Estamos con mucha ilusión y tenemos un mes por delante para prepararlo”, ha comentado el jugador albinegro.
El centrocampista cree que no hay favoritos en la ronda de campeones. “Los cuatro campeones de liga hemos hecho méritos de sobra hasta la jornada en que se ha terminado y creo que todos tenemos nuestras armas”. Sin embargo, reconoce que su equipo podría tener alguna preferencia por la diferencia de estilos de sus tres posibles rivales, Atlético Baleares, Logroñés y Cartagena. “Quizás por nuestra forma de jugar nos vaya mejor un equipo que otro, pero son 90 minutos en los que, el que más intenso esté y menos errores cometa, va a ser el que se lleve la eliminatoria”, advierte Rubén Díez.