CASTELLÓ. Rusia acaba de prorrogar el veto a la exportación de frutas y verduras europeas, una sanción que afecta especialmente a los cítricos, pero también al caqui y a otros productos valencianos. Tanto es así que hace un año La Unió de Llauradors cifraba en 300 millones el impacto en la Comunitat de una medida que Vladímir Putin impuso en 2014 en respuesta a las sanciones que la Unión Europea (UE), Estados Unidos y otros países introdujeron contra Rusia por su papel en el conflicto ucraniano.
Este mismo lunes Putin prolongó durante un año el embargo alimentario y ya son varias las entidades que en España se han rebelado contra la medida. Entre ellas la patronal de productores y exportadores de frutas y hortalizas, Fepex, que ha lamentado la prórroga dado que ha acabado con un mercado fundamental para el campo español... y para el que no se han encontrado alternativas.
Así, desde Fepex censuran que hasta el veto Rusia compraba 230.000 toneladas de frutas y verduras españolas "que dejaron de venderse allí de la noche a la mañana". En 2014, las exportaciones valencianas de cítricos representaban el 70% de las españolas al mercado ruso, con lo que la Comunitat es la principal zona productora afectada.
No en vano, como señala el presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), Cristóbal Aguado, el sector hortofrutícola valenciano ha sido uno de los grandes afectados por el boicot de Moscú, especialmente los cítricos y el caqui, dado que el ruso era un "complemento extraordinario" a los mercados más habituales, según ha recogido Efe.
"Seis años son una eternidad en el comercio de frescos y recuperar ese mercado va a costar Dios y ayuda", ha declarado Aguado. Y es que los importadores rusos han pasado a buscar las frutas y hortalizas en Turquía, Marruecos y Egipto, países que "han ocupado" el espacio de España.
Además, Aguado acusa a Bruselas -que también ha anunciado que prorroga las sanciones a Rusia- de "dar la espalda a los agricultores" con el cierre de ese mercado, que ha causado la "destrucción de más fruta" y una pérdida de valor debido al exceso de oferta.
Por su parte, el responsable de Frutas y Hortalizas de COAG, Andrés Góngora, ha criticado la "poca preocupación de la Comisión Europea por el sector", el cual está "pagando" un veto derivado de una crisis política que las partes no han sido capaces de resolver. "Si la UE tiene las puertas cerradas de otros mercados, seguimos exigiendo que lo que entre en Europa siga restringido, porque nuestros mercados cada vez son más de la UE, fuera las ventas no crecen y con el veto ruso mucho menos", ha insistido Góngora.
Desde la organización UPA aseguran a su vez que es "una vergüenza que se juegue con las cosas de comer", por lo que pide "que se mantenga a los sectores alimentarios al margen de este tipo de disputas políticas que nada tienen que ver con ellos".