CASTELLÓ. El concejal portavoz del equipo de gobierno, Vicent Sales, se ha referido este martes a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) en la que se apunta a que las cruces resignificadas, que no contienen textos ni inscripciones, no deben de constar dentro del catálogo de vestigios del franquismo y no aplica la Ley de Memoria Histórica. De este modo, la sala 4ª del TSJCV recoge en su sentencia que "la resignificación de algunos elementos–cruces ha supuesto la desaparición de la connotación que sí pudo haber tenido en sus orígenes".
Para Sales, el texto "va en total sintonía con la postura del gobierno municipal de la ciudad de Castelló y, en el caso que atañe a nuestra ciudad, con los argumentos y la postura que hemos mantenido durante la polémica retirada de la cruz del Ribalta. Y esta es la segunda vez que la Justicia dice lo que siempre hemos defendido y mantenido desde el actual equipo de gobierno y desde 2018".
El edil ha reiterado que "la cruz del Ribalta no era un vestigio franquista porque fue resignificada por el primer Ayuntamiento democrático de la ciudad de Castellón en 1979, tal y como siempre hemos mantenido por lo que estaba claro que no era de aplicación la Ley de Memoria Histórica. Por tanto, quedaba claro que no había ninguna exaltación de la dictadura ni de ninguno de los bandos en la Guerra Civil". "Esto es algo que, acaba de dejar claro el TSJCV, y que ratifica lo que llevamos mucho tiempo también manteniendo y que es que el traslado de esta cruz respondía exclusivamente a un abuso de poder y a una decisión totalmente unilateral y arbitraria por parte del anterior equipo de gobierno municipal formado por PSOE y Compromís", ha recalcado Sales.
El concejal ha querido también subrayar que "tal y como recoge el punto 70 del acuerdo de gobierno entre el Partido Popular y Vox, vamos a trabajar para ubicar en un lugar relevante de la ciudad una escultura o un monumento que recupere y honre la memoria y recuerdo a las víctimas de la violencia. Esto fue también lo que se logró precisamente, y tal y como como ha quedado demostrado con esta sentencia del TSJCV, con el acuerdo municipal en 1979 que sirvió para resignificar la cruz que estuvo en el Ribalta y ahora está frente a la parroquia de Santo Tomás de Villanueva".