VALÈNCIA (EFE). El saltador de altura valenciano Miguel Ángel Sancho, perteneciente al Playas de Castellón, que consiguió el oro en el Campeonato de Europa por Selecciones Nacionales de Bydgoszcz (Polonia) con una marca de 2,26 metros, considera que cuando mejore el aspecto técnico, saltará por encima de la marca conseguida en el campeonato. "Aunque haya saltado 2,26 me queda mucho por mejorar, pero estoy contento porque en lo que fallo técnicamente son los últimos pasos de carrera, y sé que cuando coja esto va a ser un cambio brutal", explica el atleta a EFE frente a las pistas de atletismo de su pueblo, Quart de Poblet.
El atleta del Playas señala que "al quitar el último apoyo no llego con la fuerza que podría llegar ni reboto como debería", y reconoce que lleva muchos años saltando de esta manera y que le "cuesta" cambiar este aspecto, pero asegura que está muy motivado para mejorarlo: "Sé lo que tengo que hacer, entrenando me sale y ahora me falta que en competición lo haga igual que entrenando".
Sancho reconoce que, aunque a los atletas no les guste hablar de marcas, "ahora mismo" debe de estar cerca de los 2,30 metros sin mejorar este aspecto y asegura que, mejorándolo, "estaría por encima de los 2,30 sin problemas".
El valenciano logró el triunfo en Polonia tras pasar todo el campeonato limpio y quedarse solo frente al listón de 2,28 metros después de que sus oponentes se quedaran con una marca de 2,22 metros. "En ese campeonato me daban entre sexto y quinto con la marca que yo traía", explica el saltador, que se quedó a un centímetro menos (2,26 m) de su marca personal lograda en 2009 (2,27 m).
Sancho explica que sabía que iba a hacer "un buen campeonato, pero no que lograría un primer puesto". "A medida que me iba viendo en la competición sabía que si pasaba 2,22 a la primera podría ser cuarto y me encontré que salté 2,26 también a la primera y la gente empezó a hacer nulos", indica. "Yo creo que a ellos también les afectó psicológicamente que yo llevara todo el concurso limpio y al final me quedé solo saltando", agrega.
El valenciano resalta que está "muy contento" con el primer puesto y con las sensaciones, y añade que, para él, "era un campeonato de los más emocionantes e importantes de este año". Después de un período de lesiones "complicado", el atleta vive ahora "un momento dulce" con su vuelta a València, tras estar cuatro años en el centro de alto rendimiento de Barcelona, y empezar con su nuevo entrenador, el exsaltador de altura Gustavo Adolfo Bécker.
Sancho explica que el cambio de entrenador le ha aportado "mucha confianza" y es que la historia es peculiar, puesto que Bécker es de Huelva y realizan los entrenamientos a distancia. "Él me envía los planes de entrenamiento, yo me grabo con el móvil, le envío el vídeo, me llama y lo comentamos juntos. Las técnicas duran 2 o 3 horas, la verdad es que ha sido gracioso pero es que el resultado ha sido positivo", explica.
Ahora, le queda por delante el campeonato absoluto de España en La Nucía a principios de septiembre y la Ryder Cup, una nueva competición internacional que medirá a Europa frente a Estados Unidos el 9 y 10 de septiembre en Bielorrusia. El objetivo, apunta el saltador, es "seguir trabajando la técnica a toda costa" y hacer un buen papel tanto en el campeonato de España como en la Ryder Cup.
"Voy a estar estas semanas intentando mejorar aspectos técnicos de la carrera", recalca, para subir el listón. Después de las competiciones, el valenciano tendrá unas semanas para descansar y su mente se centrará en "empezar fuerte el año olímpico" y en ir "a por todas".