CASTELLÓ. La Conselleria de Sanidad adquiere dos equipos de techo que incorporan visión e inteligencia artificial para la personalización de las radiografías a los pacientes, que se instalarán en dos salas de radiología del Hospital General Universitario de Castellón.
La Conselleria ha invertido cerca de medio millón de euros en la obtención de este equipamiento. Se van a iniciar, en breve, las obras de adaptación en las correspondientes salas de radiología y simultáneamente se procederá a la instalación de los nuevos equipos. Posteriormente se procederá a la formación de los profesionales, como paso previo a su puesta en funcionamiento.
La principal novedad que aporta esta tecnología es que dispone de una cámara con algoritmos de inteligencia artificial y un detector para el análisis corporal, que detecta el tamaño y el volumen del paciente. De esta manera, se delimita la zona que se ilumina con el haz de rayos X sobre la que se realiza la prueba y se optimiza la radiación.
El conseller de Sanidad, Marciano Gómez, ha explicado que la tecnología con la que cuenta “permite calcular los parámetros óptimos para un paciente determinado y un estudio específico y, en base a ello, ajusta automáticamente y delimita el campo de tratamiento”.
Todo ello supone optimizar el proceso y obtener la mejor calidad de imagen adaptada a cada paciente, cumpliendo además con los estándares óptimos de dosificación de radiación. “De hecho, en términos generales, gracias a este tipo de salas se reduce en aproximadamente a la mitad las dosis de radiación en los pacientes”, ha destacado Marciano Gómez. Esta disminución puede ser de hasta un 45% en estudios de abdomen pediátrico, de un 15,5% en tórax pediátrico y de hasta un 27% en cráneo pediátrico.
El conseller ha añadido que además con este sistema “se reducen las tasas de rechazo de pruebas, puesto que incorpora un sensor de movimiento, mediante el que se evita que el técnico de Radiodiagnóstico active el sistema en caso de que el paciente se mueva”.
Esta tecnología dispone de otras herramientas de inteligencia artificial que, por ejemplo, mediante algoritmos es capaz de detectar en tiempo real las anomalías que presenta el paciente en una prueba de tórax, lo que puede contribuir a reducir los tiempos de lectura y a ayudar en el diagnóstico. Otra ventaja es que, con una única exposición, el software permite diferentes visualizaciones, tales como, eliminar la visión de las costillas en una radiografía de tórax, ver solo los tubos y drenajes, etc., sin necesidad de realizar más adquisiciones y evitando radiación innecesaria al paciente.
El titular de Sanidad ha remarcado que “en definitiva, el objetivo de estos equipos es el cuidado del paciente a través del control de dosis, de manera que está todo diseñado para contribuir a la ergonomía y la productividad de la sala, que todo sea automático y específico para cada paciente y su examen radiológico sea concreto”.
“Por otro lado, -ha continuado el conseller-, además de los indudables beneficios que estas salas comportan para el paciente, suponen una gran ayuda para los profesionales de Radiodiagnóstico, que ya no tienen que calcular todos los parámetros específicos en cada examen”. “Asimismo, como están robotizadas con suspensión a techo y todos los movimientos pueden hacerse de forma automatizada, los técnicos tampoco tienen que posicionar al paciente de manera manual, con lo que eso conlleva de reducción del esfuerzo físico y de minimizar lesiones”, ha concluido.
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