CASTELLÓ. Castelló se queda sin atracciones de Todos los Santos... por el momento. La Conselleria de Sanidad deniega a los feriantes el permiso para abrir sus casetas y puestos a partir de este viernes, 16 de octubre. Lo hace al considerar que existe un riesgo medio de contagio por coronavirus.
La decisión supone un jarro de agua fría para los profesionales del sector, que llevaban desde mediados de septiembre esperando una respuesta. Tras recibir el apoyo del Ayuntamiento, habían presentado la solicitud con el correspondiente protocolo anticovid, atendiendo así a la exigencia de la administración autonómica como requisito imprescindible para valorar una posible autorización.
A pesar de la negativa, los feriantes todavía se aferran a una favorable evolución epidemiológica durante estos días a fin de instalar sus infraestructuras, al menos, cinco semanas. No en vano, al mismo tiempo que conocían este lunes la desestimación de su instancia, registraban una nueva con fecha de inicio de la actividad para el 23 de octubre, con el tope máximo hasta el 29 del próximo mes.
Desde que precisamente en noviembre de 2019 se celebrara la última feria, el recinto del PAU Gumbau no ha vuelto a acoger atracciones. La declaración del estado de alarma en marzo provocó la suspensión de las fiestas de la Magdalena. La noticia afectó de lleno al colectivo, que se encontraba en plena instalación de sus atracciones. Con la pandemia en el momento álgido, decenas de autónomos se vieron incluso obligados a pasar el confinamiento en la capital de la Plana al restringirse la movilidad entre provincias.
Como insiste el presidente de la Asociación de Feriantes, Antonio García, muchos profesionales acumulan ya 9 meses de inactividad, lo que se traduce en fuertes pérdidas económicas. El virus cogió fuerza coincidiendo prácticamente con el inicio de la nueva temporada, es decir, después de haber realizado fuertes inversiones para renovar las atracciones.
Hasta ahora, Castelló siempre había celebrado feria en alguna de las fechas marcadas en rojo en el calendario, independientemente de la continuidad de cada edición en función de las mejores o peores condiciones atmosféricas. Si al final Sanidad rechaza la segunda petición y prohíbe el montaje de casetas y puestos, será la primera vez en décadas que la ciudad se queda sin atracciones a lo largo de un periodo completo de 12 meses.
Sin embargo, la emergencia derivada por el coronavirus ha trastocado por completo la normalidad, privilegiando en todo momento la seguridad sanitaria frente a otro tipo de intereses. Todos los sectores sin excepción se han visto condicionados por la eventualidad.