VALÈNCIA. Varapalo para los trabajadores que fueron subrogados por Sanidad tras la reversión de las áreas de salud de Torrevieja y Alzira. Ninguno de los 2.600 sanitarios que trabajaron para las concesiones durante años podrán presentarse al proceso de estabilización que la Conselleria de Sanidad que dirige Miguel Mínguez ha puesto en marcha de forma extraordinaria para reducir la alta tasa de temporalidad que existe, como también está haciendo Función Pública y Educación.
El Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) publicó este miércoles el baremo definitivo de méritos que servirá para que 9.700 personas puedan conseguir una plaza fija en la Sanidad pública. Un baremo que el departamento gestionado por los socialistas han modificado para apagar las críticas que surgieron semanas atrás por el hecho de que el valenciano puntuara en el documento inicial el triple que tener una tesis doctoral.
El nuevo documento contempla que aquellos que cuenten con un nivel de valenciano C1 -antiguo Grau Mitjà- podrán sumar 14 puntos, mientras si cuentan con un C2 -el superior-, su puntuación será de 15 de los 30 en total que podrían acumular los interinos en la fase de méritos. Tener una tesis doctoral contará ahora lo mismo que el idioma, 15 puntos. Por lo que Sanidad ha optado por no bajar la exigencia del valenciano, sino por elevar la nota que los aspirantes podrán tener por el doctorado.
La rectificación en esta cuestión es significativa porque había despertado un profundo malestar entre los profesionales y los sindicatos. Ninguna de las organizaciones sindicales, de hecho, apoyó el diseño inicial. Una enmienda que se produce apenas un par de semanas después de que la Conselleria de Educación que dirige Raquel Tamarit y la de Función Pública que lidera Gabriela Bravo cerraran un acuerdo sobre el requisito lingüístico para acceder a la Administración que dejaba fuera a los sanitarios, para los que el conocimiento de la lengua cooficial será un mérito en cualquier proceso selectivo.
Sin embargo, a pesar de que la Conselleria ha dado un paso atrás en esta cuestión, no ha hecho lo propio con otro aspecto que había despertado aún si cabe más cabreo que el conocimiento del valenciano: la exclusión de los trabajadores de las concesiones sanitarias de este proceso de estabilización.
Según el baremo de Sanidad, solo puntuará como tiempo trabajado haber cubierto de forma temporal una plaza estatutaria -es decir, de servicios de salud públicos-, pero no sumarán los meses que los sanitarios hayan trabajado en "centros privados, concertados o en régimen de concesión". Una salvedad que choca por completo con lo que estaba ocurriendo hasta ahora, dado que en cualquier oposición sí se estaba teniendo en cuenta esta experiencia.
Esta exclusión ya generó en su día que sindicatos como UGT-PV votara en contra en la mesa sectorial por falta de seguridad jurídica. "No queremos ser partícipes de una propuesta que puede llevar a la paralización de un proceso que pretende estabilizar a más de 10.000 personas", explicaron en un comunicado.
La posición, ahora, sigue siendo la misma. Sin embargo, la Generalitat se ha cubierto las espaldas para seguir adelante con su diseño inicial y cuenta con un informe de Abogacía de la Generalitat que concluye que, aunque los trabajadores de la concesiones sanitarias sí pueden presentarse al proceso de estabilización, el tiempo trabajado en los departamentos no debe sumarles méritos.
Así, la Conselleria de Sanidad se escuda en que para acceder a puestos en estos departamentos de salud privados o concertados no se siguieron los principios de "igualdad, mérito y capacidad" que sí se siguieron en la bolsa de interinos de la Administración valenciana.
Cabe recordar que en este proceso de estabilización, los interinos que busquen consolidar su plaza no deberán superar un examen. La experiencia, los años trabajados, supondrán el 70% de la nota, mientras el 30% tendrá en cuenta la formación de cada aspirante, el currículum: titulación, cursos, idiomas, etcétera.