CASTELLÓ (EFE). La literatura, en cualquier género y formato, aporta al lector numerosos nutrientes de índole espiritual: "No es necesaria para sobrevivir pero sí para vivir", ha meditado este viernes el escritor profesor de la UJI Santiago Posteguillo horas antes de pronunciar el pregón de la 56ª Feria del Libro de Valladolid.
"Obviamente, la literatura no hace falta si sólo queremos ser robots, no pensar y pasar de un día al siguiente, comer y beber, pero sí es necesaria para vivir mil vidas", ha argumentado Posteguillo (Valencia, 1967) durante una rueda de prensa donde ha anunciado un inminente apartamiento de la docencia, su otra faceta.
Es profesor en Castellón de literatura inglesa y norteamericana, donde explica a sus alumnos que detrás de las películas, series de televisión e incluso videojuegos "siempre hay guionistas y escritores" para levantar, en forma de vida y pasiones, el andamiaje de esos formatos audiovisuales de consumo masivo.
En la delgada línea "entre vivir y sobrevivir" la literatura se hace un hueco, en su caso a través del mundo clásico, del Imperio Romano donde desde 2006 ha sustentado una trayectoria que, después de las trilogías dedicadas a Escipión El Africano y Trajano, y de los dos volúmenes dedicados a Julia, ha llegado hasta Julio César.
Roma soy yo (2022) es el primer eslabón de la que pretende ser "una hexalogía" sobre uno de los políticos y militares más trascendentales de la antigua Roma, durante el siglo I DC, es decir hace caso dos mil años, un horizonte temporal que abona su tesis de la necesaria perspectiva para poder hablar "de cuestiones y problemas de entonces que son similares a los de hoy". Esa distancia temporal, según ha explicado, le sirve como refugio contra las posibles represalias de una de las partes del actual y "excesivamente polarizado" mundo donde "no es muy bien recibido el disenso". "Lo que intento es que vean las cosas de ahora con la distancia de dos mil años, cuando estaban igual de bien o de mal que ahora, y luego reflexionen, lo cual es más útil. Todos estamos excesivamente ideologizados, por eso la perspectiva viene muy bien para reflexionar", ha añadido.
Si al contenido y al contexto histórico de sus relatos se le añaden dosis de divulgación, el empleo de técnicas narrativas modernas y "relativamente cinematográficas", se explicaría el éxito de un Posteguillo (premio Planeta 2018) que, después de treinta años de docencia, no ha tenido más remedio que pedir una excedencia "para poder hacer las cosas bien y no defraudara nadie".
Literatura e historia son dos de las grandes pasiones de un escritor aún sometido al "vértigo de la popularidad" después de dos décadas de presencia continuada entre los autores más reclamados en ferias y librerías, y que ha cambiado la asignatura EA0915 (introducción a la literatura inglesa) por Julio César.
Hasta seis novelas ha previsto hasta el año 2035, la primera ya publicada y las cinco siguientes centradas en otras facetas de Julio César: su faceta de cónsul, llegada al Senado, la Guerra Civil y la de las Galias, Cleopatra y su magnicidio.