CASTELLÓ (EFE). La única jugadora española que sobrevive en el cuadro individual femenino del Mutua Madrid Open, la castellonense Sara Sorribes, vive un sueño en la competición en la que, por primera vez, se ha situado en los cuartos de final. Aún así, la jugadora de Castellón no hace planes a largo plazo ni se genera demasiadas expectativas. Tiene los pies en el suelo y por eso no piensa que "pueda hacer algo grande en Madrid".
"No siento que pueda hacer algo grande en Madrid. Nunca lo he pensado así. Me gusta ir día a día, vivo la vida día a día y quiero que el tenis sea así también. Quiero disfrutar esto cada día", dijo Sara Sorribes después de ganar a la rusa Daria Kasatkina.
Necesitó tres sets la jugadora española que volvió a regalar una demostración de entrega y fe sobre la pista central de la Caja Mágica.
"Ha sido uno de los paridos más duros tácticamente con una jugadora con un tenis muy parecido. Muy bonito de ver. He conseguido disfrutar, sufrir pero disfrutar. Estoy muy feliz", insistió Sorribes, eufórica que, al menos, escalará once puestos en el ránking femenino.
Sara Sorribes no está preocupada por la escasa repercusión que hasta ahora genera. Garbiñe Muguruza y Paula Badosa acaparan los focos del tenis femenino español.
"Estoy feliz con lo que tengo. Yo necesito poco. Me siento privilegiada de hacer lo que hago todos los días y no me importa si se me da valor o no. Lo que tenga que venir que venga pero soy feliz así", apuntó la tenista de Castellón que recibió el reconocimiento de algunas compañeras tras su triunfo en Madrid.
"Me encanta que me escriban jugadoras. Esto es competitivo pero yo quiero aprender de todas y que ellas te den el valor y diga que se alegren... me escribió Jennifer Brady y hablé con ella y son cosas que me alegran un montón. Esas cosas sí me hacen ilusión", desveló.
La tensión acumulada a lo largo de la competición no permite a la jugadora dormir como quisiera. "Estoy durmiendo a ratos. Intento descansar pero hago siesta porque no consigo enganchar muchas horas seguidas", reconoció la jugadora que está apoyada en Madrid por su familia, en especial por su abuelo que solo contaba con pasar unos pocos días en Madrid.
"Mi abuelo se llama Pepe en teoría se volvía ayer y se va a quedar. No traía ropa pero me ha dicho que aquí se puede comprar", me dijo.