CASTELLÓ. El Castellón es uno de los equipos más damnificados por la ausencia de público en los estadios de fútbol españoles debido a los protocolos anti-covid. Con la masa social más numerosa de Segunda B la pasada temporada, el club orellut estaba llamado a poblar aún más las gradas de su estadio en su tan ansiado regreso al fútbol profesional, pero las circunstancias impiden a los albinegros contar con un factor que ha sido fundamental en los éxitos recientes del equipo.
Uno de los componentes de la plantilla del Castellón, el defensa Eneko Satrústegui, ya ha comprobado los efectos de jugar a puerta cerrada en un estadio que siempre ha destacado por su capacidad de insuflar energía al futbolista local. El jugador navarro cree que en el primer encuentro que ha jugado el Castellón a puerta cerrada en Castalia, ante el Málaga, se ha echado en falta el poder de la grada cuando más lo necesitaba el equipo. "Faltó un poco más de convicción en esos metros finales y quizás con el arreón del público hubiéramos conseguido el empate o, incluso la victoria", ha reconocido Satrústegui.
El jugador albinegro también ha señalado que su equipo deberá aprender a convivir con esta circunstancia hasta que vuelva la normalidad. "Es difícil ver Castalia vacío, pero tenemos que acostumbrarnos", ha indicado.
Satrústegui, que ha sido titular habitual en las dos temporadas en que ha defendido la camiseta del Castellón en Segunda División B, también lo está siendo en el arranque de la Liga Smartbank, aunque jugando en una posición diferente. El navarro ha pasado de ejercer la función de central a ocupar el lateral izquierdo. "Lo importante es jugar y estoy contento por la confianza que el míster está depositando en mí. En las últimas temporadas he jugado más de central, pero yo hago las labores que me pide el entrenador y poco a poco me voy asentando", ha explicado.
El jugador albinegro también se ha referido al partido que va a disputar su equipo este sábado ante el Logroñés, su rival en la ronda de campeones de hace dos meses en Segunda División B. Aquel encuentro se resolvió desfavorablemente en la tanda de penaltis, lo que dio el ascenso directo a los riojanos y obligó a los de Óscar Cano a ganar dos nuevas eliminatorias para lograr el objetivo, cosa que acabó consiguiendo. Este sábado se producirá el reencuentro. "Va a ser un partido especial porque el play off aún está muy reciente. Muchos de los futbolistas con los que jugamos aquel partido siguen allí; es un bloque sólido que nos va a poner las cosas difíciles y puede ser una ocasión para quitarnos la espina", ha señalado Satrústegui.
