EN PRIMERA PERSONA   / OPINIÓN

Sí a la paz

22/03/2022 - 

Sí a la paz. Sí al fin inmediato de la guerra de Putin contra el pueblo ucraniano. Sí al derecho a la vida, la libertad y dignidad de las ciudadanas y ciudadanos de Ucrania. Sí al apoyo y solidaridad internacional hacia un pueblo que está siendo masacrado por Putin.

No al autoritarismo y violación de derechos humanos de Putin. No a la violación del derecho internacional, de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania por parte de Putin. No a una guerra que deja ya más de tres millones de personas refugiadas, según la información hecha pública por la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) el pasado viernes. Personas que huyen de las bombas; de la muerte causada por Putin en el ataque ilegal a su país. Millones de personas que han dejado atrás un presente de bombardeos sin más futuro en el horizonte que salvar su vida, y la de sus hijas e hijos.

Millones de personas como cualquiera de nosotros que, por esta maldita guerra, han tenido que huir de su tierra. Personas que a su llegada a los países europeos de acogida guardan, en el mejor de los casos, los restos de toda una vida en una mochila o en una maleta de mano. Ese es el precio más horrible de la guerra de Putin. El precio que están pagando las ucranianas y ucranianos con su propia vida, en la guerra o dejando absolutamente todo atrás.

El ataque de Putin a Ucrania ha provocado, según los datos de ACNUR, el éxodo más rápido desde el inicio de sus registros en 1950. Familias quebradas, familias que han perdido toda su vida para poder mantenerse con vida. Niñas y niños a los que el ataque ilegal a su país ha arrebatado su infancia, su hogar, su familia. Vidas perdidas por el ataque ilegal e injustificado a un país y un pueblo inocente.

La comunidad internacional se ha volcado en el ámbito diplomático, y con sanciones disuasorias para tratar de frenar esta guerra. La Asamblea General de la ONU ha condenado la invasión rusa, la Corte Internacional de Justicia de La Haya ha ordenado a Rusia suspender las operaciones militares en Ucrania. La Unión Europea ha dado una respuesta firme y de unidad frente a la amenaza bélica. Cerca de 40 estados han pedido a la Corte Penal Internacional que investigue los crímenes cometidos en Ucrania. España se ha sumado a esta petición tras “la escalada de atrocidades cometidas durante la invasión y como solidaridad con el pueblo ucraniano”.

La unidad frente a la barbarie es necesaria. La unidad internacional y la unidad nacional porque millones de personas están pagando con sus vidas el ataque de Putin al pueblo ucraniano. Desde el inicio del ataque casi 13 millones de ucranianas y ucranianos necesitan ayuda humanitaria en las zonas más golpeadas por la guerra. Millones de personas privadas de sus derechos, de una vida que probablemente jamás podrán recuperar. Millones de personas refugiadas y miles de víctimas civiles. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos confirma en el informe publicado el sábado 2.246 víctimas civiles en la invasión rusa a Ucrania.

Todas y todos debemos trabajar por la paz, y la solidaridad con las personas afectadas por esta guerra. La Comunitat Valenciana ha dado, una vez más, ejemplo de este carácter solidario. Hace apenas una semana el President de la Generalitat, Ximo Puig, cifraba en 5.000 las personas refugiadas que habían llegado a Alicante. Hemos sido ejemplo y debemos seguir siéndolo porque las valencianas y valencianos somos un pueblo de paz, de libertades y de acogida. Porque la guerra de Putin es también una guerra del fanatismo contra el pluralismo, del autoritarismo frente a la democracia. Porque, como escribía Amos Oz en su obra 'Contra el fanatismo', “es una batalla entre los fanáticos que piensan que el fin, cualquier fin, justifica los medios, y los que pensamos que la vida es un fin y no un medio”.

No a la guerra de Putin. Sí a la paz y libertad en Ucrania.

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