CASTELLÓN. Apenas el 3,3% de las naranjas y clementinas de la Comunitat que se han quedado en el árbol a raíz de la llegada de fruta de Sudáfrica han sido incluidas en la retirada excepcional que ha autorizado el Gobierno como única medida para tratar de contrarrestar la nefasta campaña citrícola.
El último informe elaborado por la Conselleria de Agricultura como paso previo a la documentación que ha de hacer llegar a la Comisión Europea para abordar posibles actuaciones compensatorias para los agricultores señala que, en el conjunto del territorio autonómico, a causa de los "problemas de mercado", se han quedado en el árbol 208.724 toneladas de cítricos valencianos. De estos, según las últimas cifras facilitadas por el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), que gestiona la retirada, han sido retirados para destinarlos a zumo en virtud de la medida estatal 6.849 toneladas.
Desde las organizaciones agrarias destacan que esto es una muestra palpable de la ineficacia de la medida. El secretario general de la Unió de Llauradors, Carles Peris, recuerda que, en su día, cuando el ministro Luis Planas anunció la iniciativa, el pasado 20 de diciembre, "ya dijimos que era tarde". No en vano, la mayor parte de la fruta afectada, fundamentalmente "clemenules y navelinas", como recoge el informe de la Conselleria, en ese momento ya no se encontraba en el árbol o estaba en la recta final de su campaña.
Estas dos son "las variedades más afectadas", indica el informe. De hecho, Castellón es la provincia de todo el territorio estatal que más clementinas ha solicitado que le sean retiradas. En concreto, 2.888 toneladas de pequeños cítricos castellonenses han sido incluidos en esta iniciativa que gestionan las organizaciones de productores. La siguiente provincia que más mandarinas y clementinas ha retirado es Valencia, con 1.647 toneladas. Tan solo Tarragona ofrece cifras similares, mientras el resto de zonas productoras han optado por retirar más naranjas. En cambio, estas apenas han sido retiradas en Castellón (97 toneladas), aunque sí en Valencia (2.217 toneladas). En Alicante no se ha retirado fruta, indica el informe.
Esto demuestra que, a pesar de la ineficacia de la medida, la Comunitat ha sido el territorio estatal más afectado por la crisis desatada por la competencia desleal de otras zonas productoras, como resaltan desde las organizaciones agrarias. Y es que desde las comarcas valencianas han salido el 42,6% de la fruta destinada a zumo. Solo en Andalucía se viven cifras similares, con un 35%. Eso sí, casi un mes y medio después de que se activase la retirada el 7 de enero tan solo se ha cubierto el 27% del cupo de 30.000 toneladas de naranjas y el 41% de las 20.000 de pequeños cítricos anunciado por el Gobierno.
Esta fruta afectada por los problemas de mercado no es la única que se ha quedado en el árbol esta campaña. Según el informe de Conselleria, otras 211.216 toneladas de cítricos no han salido a la venta por diferentes problemas climatológicos, fundamentalmente las copiosas lluvias de octubre. En opinión de Peris, esta cifra es desmesurada, puesto que en Castellón, donde mayormente señala el informe que se produjeron los problemas, "apenas se ha quedado fruta el árbol por el pixat, de hecho, la mayor parte de la fruta la perdimos a finales de diciembre".
Este mes es precisamente el que certifica la pésima campaña para la clemenules. Con 189.080 toneladas afectadas por ambas incidencias (la falta de precio y la climatología) esta es la variedad más perjudicada de la Comunitat, y la fruta afectada corresponde a algo más de un tercio (34,6%) de la producción total. Y ello se ha dejado notar en los precios. Según el propio informe, desde un poco antes de comenzar la temporada de recolección, la variedad estrella de la citricultura castellonense ha vivido un deterioro progresivo de los precios que la han llevado a que, a finales de 2018 y sobre todo a principios de este año, haya cotizado en el campo justo por encima de los diez céntimos por kilo, según las estimaciones de la Conselleria de Agricultura.
Cifras lamentables pero que, según Peris, no se corresponden con la realidad. "Este año se han cerrado tratos a 2 y 3 céntimos el kilo, y los 9 y 11 céntimos han sido habituales, cuando no las compras a resultas", apunta el secretario general de la Unió. Algo que contrasta con lo vivido en años precedentes. Incluso en la campaña 2016/2017, que se vio gravemente afectada por el pixat, los precios se recuperaron al final, como es habitual cuando apenas quedan clemenules en los árboles.
Así las cosas, desde el campo se espera que se confirmen las medidas fiscales que, al menos, aportarían una ligera brizna de aire a un sector que, para la clemenules, ha cerrado una campaña especialmente trágica.