CASTELLÓ (EP). La empresa Proyecto Kryptonita SL, creada hace cuatro años a partir de un contrato de investigación entre IMANCorp Foundation y el grupo de investigación de Química Sostenible y Supramolecular de la Universitat Jaume I, ha desarrollado un sistema sencillo y muy económico para la detección de alérgenos en superficie en la industria alimentaria.
La solución ideada desde esta spin-off permite comprobar fácilmente la eficiencia de los procesos de limpieza en el sector y asegurar la ausencia de alérgenos que puedan contaminar a los alimentos. El reto es crear sistemas que aseguren y promuevan la seguridad alimentaria y la economía de recursos.
De acuerdo con el catedrático Eduardo García-Verdugo, director del grupo de investigación de la UJI, "el sistema es capaz de identificar rápidamente si después de la limpieza quedan sulfitos, o también alérgenos basados en proteínas, de forma que, si se detectan, sepamos que es necesario volver a limpiar".
En función de qué alérgeno se desea detectar, existen dos líneas de producto -SulSensing para sulfitos y ProSensing para proteínas)-. El método, que ya está en fase de producción y comercialización, presenta claras ventajas respecto a otros sistemas ya consolidados en el mercado, "porque por lo general requieren cierta formación por parte del personal de limpieza", ha explicado García-Verdugo.
El sistema de Proyecto Kryptonita es "fácilmente interpretable, dado que se basa en la aplicación de una disolución de color, y con una simple inspección visual del color de la toalla de análisis se interpreta fácilmente si existe o no contaminación, lo que permite su uso por parte de personal no especializado". Así, se da a la empresa alimentaria la oportunidad de adaptarlo a su práctica diaria, porque, además de la facilidad de uso, el resto de sistemas similares en el mercado son tan sensibles como caros y con un uso más complejo.
Actualmente, Proyecto Kryptonita está en fase de negociación con diferentes empresas de distribución y ha llegado a acuerdos que le han permitido vender los primeros kits a nivel nacional. "Nuestro objetivo son, obviamente, los fabricantes de productos de alimentación, y se han realizado pruebas de nuestros productos en diversas líneas de producción de jamones, salchichas y hamburguesas, entre otros", ha añadido García-Verdugo. Un paso más adelante sería la introducción en el ámbito de la restauración, en concreto en comedores de escuelas y hospitales.
En paralelo, la empresa cuenta con un acuerdo con la Universitat Jaume I para el desarrollo de otros productos, como etiquetas inteligentes que puedan detectar el deterioro de los alimentos debido a una mala manipulación o conservación en la cadena de suministro.