VALÈNCIA. Una de las cosas que caracterizan a Netflix es, sin duda, la forma de comunicar sus productos. El gigante del streaming siempre se ha tomado muy en serio el envoltorio de sus productos y, para el lanzamiento de una de sus grandes bazas de la nueva temporada, ha confiado en el joven estudio valenciano Súper Fuerte. El estudio, que se caracteriza por sus vibrantes imágenes, ha sido el encargado de crear el universo visual en torno al nuevo dating show de la plataforma, el programa ¿A quién le gusta mi follower?.
Todo surgió tras la publicación del segundo álbum de estudio de Lola Índigo, ‘La Niña’, en el que los valencianos estuvieron al frente del ámbito creativo, uno de sus proyectos de mayor envergadura, tal y como ellos mismos explicaban en el podcast de Culturplaza El Briefing. En el proyecto dieron una vuelta de tuerca a referencias clásicas como el mundo del juguete, creando un universo pop que llamó la atención del equipo de marketing de Netflix. Así fue como, a principios de año, comenzaron a dar forma al proyecto que enmarca al programa presentado por Luján Argüelles.
Bajo la estela de otros programas como ¿Quién quiere casarse con mi hijo?, el show presenta a tres influencers que guían a tres de sus followers en una divertida búsqueda de pareja, un programa que actualiza la fórmula del dating con referencias de las aplicaciones para ligar y dirigido a un público joven. Estas últimas dos cuestiones fueron clave a la hora de plantear un proyecto que tuvo dos partes bien diferenciadas: el diseño del logotipo del programa y la dirección creativa y arte para el vídeo y fotos promocionales.
Una de las principales dificultades a la hora de plantear el logo, explican desde el propio estudio, fue la extensión del naming, algo que solucionaron acompañándolo con una suerte de emoticono inspirado en los perfiles de redes sociales como Instagram, “transmitiendo ese misterio por quién se esconde tras ese ‘Match’”. Por su parte, con el video buscaban explicar de una manera sencilla la mecánica del programa, con un tono “irrevente, caricaturesco y amigable”.
“La fase de ideación fue la más divertida, Netflix nos dio total libertad para plantear el guión, ejecución y dirección artística del encargo. A nivel estético nos inspiramos en la estética y2k (estilo futurista años 2000), una línea estética muy de moda entre la generación Z”, explican. “El resultado nos gustó ya que el tono ‘cartoon’ y digital de la dirección artística casaba muy bien con el tono naíf del programa, muy acorde al target, usuarios de apps como ‘TikTok’ cuyo contenido es muy ágil a nivel de edición”. Este es el primer proyecto del estudio para Netflix, aunque esperan que no sea el último: "Actualmente formamos parte de la familia de proveedores Netflix y tenemos muchas ganas de enfrentarnos a un nuevo proyecto, nos haría mucha ilusión poder idear una campaña para una serie de ficción".
