No se puede vivir de espaldas al sentido común, porque sino una nevada o un virus te devuelven a la cruda realidad contundentemente
Filomena ha dejado en descubierto una vez más la vulnerabilidad que viven algunas personas en nuestras propias ciudades, los “sin techo”. Y al mismo tiempo ha evidenciado el gran trabajo que algunas ONG hacen para cubrir el vacío que los servicios públicos no alcanzan
2021 como apenas medio mes de enero ha puesto a prueba a los ciudadanos y a sus gestores. La borrasca Filomena de nuevo ha demostrado las carencias de una sociedad ya golpeada por la covid-19. No hay que olvidar que debajo del hielo está el virus y que el cansancio pandémico es real. Vamos camino de un nuevo confinamiento o como se quiera llamar