Madrid como capricho y necesidad. Me siento hijo adoptivo de la capital, donde pasé los mejores años de mi vida. Se lo agradezco visitándola cada cierto tiempo, y paseando por sus calles entre recuerdos y olvidos.
Después de dos años de confinamiento y vacaciones 'en casa', parece que la gente está deseando subirse a un avión para volar a cualquier lugar
Dice Enrique Vila-Matas en un celebrado artículo que mantiene una extraña inclinación a escribir los viajes que quiere hacer y, posteriormente, a realizarlos lo más parecido posible a como los había imaginado. Paso por paso, detalle a detalle. Una materialización de las ideas.
Ninguna ciudad en el mundo concentra tanto arte por metro cuadrado como la cuna del Renacimiento