Tárrega, Ortells, Angelina Abad y Dolores Cano se suman al elenco de hijos predilectos de Vila-real

14/01/2019 - 

VILA-REAL. El guitarrista Francisco Tárrega, el escultor José Ortells, la poetisa Angelina Abad y la matrona Dolores Cano Royo se incorporarán de manera oficial al elenco de hijos predilectos de la ciudad, según han informado este lunes fuentes municipales a través de un comunicado. Así, la junta de portavoces celebrada la semana pasada mostró su unanimidad para el reconocimiento de la matrona, que se suma así al acuerdo reciente para oficializar los honores de Ortells, Abad y Tárrega.

El alcalde de la ciudad, José Benlloch, ha señalado al respecto que “a pesar de que Tárrega es, sin lugar a dudas, el vila-realense más ilustre e internacional, compositor único que marcó como pocos la historia de la guitarra, se daba la incongruencia de que no había sido nunca reconocido por su ciudad natal como hijo predilecto, la máxima distinción que podemos otorgar”, señala. A esta circunstancia se une la necesidad de oficializar los reconocimientos de José Ortells y Angelina Abad, que se cuentan entre los honores de la ciudad desde la dictadura de Miguel Primo Rivera pero jamás fueron refrendados por una votación oficial. También se incorporará a estos títulos honoríficos la matrona Dolores Cano Royo. “En Vila-real -añade el alcalde- nos sentimos orgullosos de nuestra gente y de nuestra historia, por eso es importante que reconozcamos con el honor que merecen a aquellos que han contribuido a hacer de Vila-real la ciudad avanzada, rica en cultura y comprometida que somos”.

Angelina Abad Cantavella (1893-1965)

En una sociedad rural como la del Vila-real de la época y en un ámbito, el de la cultura, históricamente vedado a las mujeres, Angelina Abad, maestra, escritora y poetisa, participó de manera activa en los círculos culturales del momento, relacionándose con los intelectuales de la época. Colaboró con periódicos y revistas, escribiendo artículos, crónicas y poesías. Acudía a cuantos eventos sociales y culturales era invitada, siempre muy arraigada a su Vila-real natal. En 1928 fue homenajeada en el Ateneo de Castellón.

José Pascual Ortells López (1887-1961)

Siendo un niño con dotes innatas para el dibujo y el modelado, sus padres, José y Ana, le llevan al taller de Pascual Amorós. Con 16 años, empieza estudios en la Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia y, antes de los 20, ya había participado en exposiciones colectivas en Madrid y Barcelona. Durante su trayectoria, plagada de reconocimientos y premios, logra una beca de la Real Academia de San Fernando que le permitió vivir cinco años en Roma y París, y, en 1941, obtiene por oposición una plaza de escultor anatómico en la facultad de Medicina de la Universidad de Madrid. Su obra puede verse en ciudades de toda España y participó en exposiciones en galerías y museos de Europa y Sudamérica. Al final de su vida, pasó más tiempo en Vila-real y el Ayuntamiento le facilitó un estudio y un lugar de residencia en el ermitorio de la Virgen de Gracia. Pocos meses antes de morir, el Gobierno de España le nombró comendador de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio.

Francisco de Asís Tárrega y Eixea  (1852-1909)

Reconocido en vida como un auténtico genio de la guitarra, es todavía hoy admirado y reconocido como el vila-realense más internacional. En sus giras como instrumentista, recorrió España, Francia, Inglaterra, Italia y Suiza. También destacó como maestro y, principalmente, como compositor, con piezas únicas que dan al maestro su talla de universalidad e inmortalidad. Las obras más conocidas de Tárrega han sido instrumentadas para orquesta, como Capricho árabe y Recuerdos de la Alhambra, y han inspirado a músicos actuales como Mike Oldfield, Shakira o Silvio Rodríguez.

Dolores Cano Royo (1858-1925)

Perteneciente a una saga de matronas (su madre, Bárbara Royo, y su abuela, María Ferrer, ya lo fueron), fue una de las primeras mujeres en obtener el título de Enfermería en la Universidad de Valencia, revalidando el título de matrona en 1891. Su formación le permitió introducir las innovaciones europeas en el campo de la higiene y, gracias a su actividad, las mujeres de Vila-real de finales del siglo XIX y principios del XX pudieron tener partos más seguros, reduciéndose considerablemente la mortalidad por fiebre puerperal, así como la mortalidad infantil. Su labor y su ejemplo han ayudado, además, a establecer una corriente feminista en torno a la maternidad.


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