ALICANTE. "Si hubiera más cuerpos como el mío en pantalla, me habría querido más". Una llamada a la diversidad en el cine es lo que reivindica el actor Telmo Irureta a lo largo de la conversación con Alicante Plaza, donde ha afirmado que él podría ser esa figura referente. "Igual puedo ayudar a alguien a seguir en el mundillo. Si le sirve, es una motivación para mí", ha añadido. El intérprete vasco llega al Teatre Arniches con Sexpiertos, este viernes 26 de enero, una obra de la compañía Tanttaka teatroa en la que se pone el foco sobre la sexualidad de personas con diversidad funcional. Galardones no faltarán sobre el escenario, ya que la obra ganó el Premio Max 2023 a mejor labor de producción, mientras que el propio Irureta recibió el Goya a mejor actor revelación 2023 por su papel en La consagración de la primavera, película que también aborda la sexualidad en las personas con diversidad funcional.
- Estáis en Alicante para representar Sexpiertos, una obra que habla sobre la sexualidad en personas con diversidad funcional. ¿Crees que el sexo sigue siendo tabú?
- Sí, es tabú. Se habla muy poquito y hay mucho desconocimiento, pero aquí estamos para contar cositas e informar.
- Entonces por el sexo de personas con diversidad funcional ni te pregunto...
- Muy tabú, porque si se habla poco de sexo imagínate aquí... Este es doble tabú. A veces se trata como algo incómodo.
- ¿Incómodo por qué?
- Porque no hay información. No interesa mucho hablar sobre ello. Así que la actitud que se suele tener es que cada uno haga lo que pueda.
- La obra cuenta una historia que transpira humor y dolor. ¿Cuál de las dos dirías que es más difícil transmitir?
Yo creo que se complementan. Cuando escribimos el guion, pensaba que iba a ser algo menos cómico, pero a Kepa y a mí nos salen los chistes y la tontería, no lo podemos evitar. El dolor es para no quitarle importancia, para que se vea que es algo serio. Sentirse diferente, menos deseado, es algo serio. El humor es para compensar, porque si dices algo negativo desde la tristeza quizás queda muy de víctima; en cambio, si le metes un toque de humor, de color, es más inesperado.
- Otra cosa que queréis transmitir es cómo es estar en silla de ruedas, colocándolas sobre el escenario para que algunos espectadores se sienten. ¿Cómo va a funcionar esto? ¿Los espectadores lo saben?
- No saben nada, se lo van a encontrar, pero vamos a ser buenos con ellos. Las sillas sobre el escenario es para que puedan experimentar cómo es estar en silla de ruedas y que vean el espectáculo desde otro punto de vista para empatizar con el personaje. Ya no soy solo yo el discapacitado; estamos todos en la misma situación. Entre comillas, porque cuando acaba el espectáculo todos se levantan menos yo.
- No es la primera vez que encaras la sexualidad de una persona con diversidad funcional. Ya lo hiciste en la película que te hizo ganar el Goya a mejor actor revelación en 2023. Mismo premio que logró, en 2019, Jesús Vidal, otra persona con diversidad funcional. Y en 2020, Benedicta Sánchez, una mujer mayor. ¿Crees que el cine se está abriendo a reconocer esos perfiles que antes no entraban en el estándar, como las personas con diversidad funcional o ancianas?
- Vamos avanzando poco a poco, pero todavía hay mucho camino por hacer. Somos cada vez más visibles o, al menos, un poco menos escondidos.
"Soy bastante provocador y defiendo lo mío. Al que le moleste lo siento, no podemos estar de acuerdo en todo"
- Precisamente en este discurso dijiste: "Las personas con discapacidad también existimos y también follamos". Una frase cortita y al pie, con la que hubo gente que se te echó encima. ¿Piensas que vivimos en una sociedad de cristal?
- ¡Con qué cuidado hay que hablar! Hay mucha gente que está a la defensiva o esperando a ver qué dices para atacarlo. En este caso, han hablado sin haberse informado bien, sin pillar el mensaje, sin saber quién soy... Era una polémica sin sentido. Se me echaron encima porque yo defiendo que la prostitución no puede desaparecer y ligaron ambas cosas, diciendo que estaba haciendo apología a la violencia contra la mujer. ¡Pero qué violencia contra la mujer, si soy mariquita!
- Volviendo a la interpretación, no sé si quieres seguir con tema reivindicativo, quieres virar a musical, quieres interpretar un dramón... ¿Qué otros papeles te gustaría encarnar?
- Quiero hacer de todo. Soy bastante provocador, así que yo sigo defendiendo lo mío. Al que le moleste lo siento, a mí también me molestan otras cosas; no podemos estar de acuerdo en todo. Me gustaría también comedia, drama, algo que sea muy duro... Yo digo que sí a todo, luego ya veremos qué sale.
- También has escrito y dirigido cortos. ¿Te veremos más en esa faceta de director o, de momento, vas a seguir delante de la cámara?
- Estar delante de la cámara engancha, pero cuando me veo en pantalla no me gusto. Es difícil. La primera vez que me vi, pensé: "Uf, qué necesidad tengo yo de estar ahí". Pero hay algo que me engancha. Si yo hubiera visto cuerpos como el mío en pantalla o escenario, me habría querido más. Igual yo puedo ser ese referente de cuerpo distinto y ayudar a alguien a seguir en el mundillo. Si le sirve, es una motivación para mí.
También tengo la idea de escribir algo, pero si escribo sobre personaje con discapacidad, cuando pienso en quién puede hacer el papel no encuentro a muchos actores y actrices con discapacidad...