VALÈNCIA. La Acadèmia Valenciana de l’Audiovisual (AVAV) empieza su nueva fase con una clara protagonista: Teresa Cebrián. La que fuera comisionada del Año Berlanga en el Ayuntamiento de València será la nueva presidenta de la entidad, tras vencer en las elecciones celebradas este lunes a Juan Luis Iborra, tal y como ha podido confirmar este diario. Este nombramiento supone, además, un hito en la joven historia de la Academia, pues supone su primer relevo tras sus primeros años de andadura, un cambio que no ha sido sencillo, tras convocar tres veces elecciones sin contar las dos primeras con posibles candidatos. A la tercera, sin embargo, ha ido la vencida y será Cebrián quien tome el relevo a Pep Llopis en la dirección del organismo.
Finalmente Cebrián dio un paso al frente con un equipo que, además, se entendía como una renovación total de la arquitectura interna del organismo, pues ningún cargo cuenta con experiencia anterior en el organigrama de la Acadèmia. Serán ellos quienes protagonicen este nueva etapa de la joven Academia, que comenzará a tomar forma en las próximas semanas con un renovado equipo formado por la propia Cebrián; Nacho Navarro, que ocupará la vicepresidencia 1º, y Alejandra Mora, la vicepresidencia 2º. Completarán la junta Rafa Casañ como secretario, Joana Chilet como tesorera, y María Mínguez, Gloria March, Lina Badenes, Adán Aliaga, Sixto García, Lorena Lluch, Ricardo Macián, Gabo Guerra y Rafa Molés como vocales, este último recientemente elegido presidente de la Asociación Valenciana de Empresas de Producción Audiovisual (AVANT). Joana Martínez sería la suplente.
Si bien nació bajo el ala del Institut Valencià de Cultura (IVC), que le encomendó la organización de los Premios Berlanga, lo cierto es que el futuro de la AVAV se dibuja como un organismo que, aunque trabaje de manera coordinada, no sea una apéndice de la administración pública. Así lo expresaba la propia Cebrián en una reciente entrevista concedida a Culturplaza: “Uno de los objetivos, sino el principal, tiene que ser conseguir que la Acadèmia sea independiente. Para esto, lo primero es hacer crecer la base de socios exponencialmente. Después, debemos de buscar otras complicidades. Pero, al final, todas las administraciones tienen que estar ahí también, decididamente. Si lo piensas, apoyar a la Acadèmia es apoyar a un sector que genera cultura”.
Entre los objetivos de la Academia está coger fuerza y, para ello, es importante tener una sede propia -actualmente están “de prestado” en el centro SGAE-, ampliar el equipo y, por supuesto, seguir aumentando la base de socios para que, en última instancia, la Academia funcione como un organismo supraasociativo, un punto de encuentro de todos los profesionales del sector de la Comunitat Valenciana. “La Acadèmia es el único organismo que, de verdad, aglutina a todos los profesionales de todas las actividades. Somos los que, de verdad, vamos a poder ser referentes y tener legitimidad frente a todo. Cuando hablamos del audiovisual valenciano, tenemos que creer que eso es la Acadèmia”.
Esta mirada amplia pasa por el volumen de socios, sí, pero también por sus perfiles, un proyecto que no solo se quiere dirigir a los profesionales del ámbito cinematográfico, que también, sino que pasa por sectores como la televisión o los videojuegos. “Si se consigue este objetivo, la Academia tendrá más fuerza frente a las instituciones y podrá ser más independiente”. También ha puesto el acento el equipo de Cebrián en la descentralización, algo que ha dejado patente de manera simbólica con la presentación de su candidatura en las tres provincias.
Si bien integrar a la totalidad de profesionales del sector es uno de los principales ejes de su proyecto, no es el único. La propuesta de Teresa Cebrián pasa también por “hacer fuerte” a la Academia a través de la financiación y profesionalización, así como reconectar con el público y “las nuevas maneras de consumir audiovisual” y poner el acento en la igualdad y la sostenibilidad.
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