CASTELLÓ. Terminal Marítima del Grau de PortCastelló se mueve tras la expansión de Noatum con la compra de APMT y operará en el muelle de la Cerámica mercancía general y contenedores, además de granel sólido. La empresa comparte la concesión del muelle de la Cerámica junto a Noatum y quiere de esta forma reforzar sus tráficos ante la reducción de los graneles sólidos, lastrados por la crisis de la cerámica. Además de este cambio, TMG avanza con las obras de mejora en el muelle, que finalizarán a nivel global a mitad de año con una inversión de 9,1 millones de euros.
El Boletín Oficial del Estado ha publicado la exposición al público por parte de la Autoridad Portuaria de Castellón de la propuesta de ampliación de los usos previstos de la concesión de TMG con el fin de incorporar mercancía general a sus operativas, que se uniría al actual tráfico de graneles para la industria cerámica. Desde la empresa destacan que el objetivo es tener la capacidad de captar este último tránsito cuando se produzca congestión en otras zonas del puerto que trabajan con mercancía general y contenedores.
La Autoridad Portuaria aprobó en 2018 la concesión del Muelle de la Cerámica dividida en dos zonas: una recayó en Noatum y una segunda en Terminal Marítima del Grau. Este espacio ha estado centrado hasta el momento en los graneles sólidos, mientras en los muelles del Centenario y Transversal Exterior se mueve mercancía general, ro-ro y granel sólido en el primer caso; y mercancía y ro-ro en el segundo.
Noatum, dependiente ahora del fondo estatal de Abu Dabi, realizó el año pasado un importante movimiento de crecimiento con la adquisición de la terminal adscrita a APMT en el muelle del Centenario, sumando así esta a la concesión que ya disponía en la Cerámica.
Terminal Marítima del Grau impulsa en estos momentos las obras de reforma en el muelle de la Cerámica, unas mejoras comprometidas en la concesión. Este mes finaliza la construcción de dos nuevas naves, que en conjunto suponen una inversión de 5,7 millones de euros. Estos espacios tienen una superficie de 8.000 metros cuadrados y una capacidad, cada una, de 40.000 toneladas de mercancías. Incluyen, además, criterios de sostenibilidad para minimizar el impacto ambiental en el manipulado de graneles.
Al respecto, la firma promueve un proceso de mecanización, estimado en 2,2 millones de euros, que permitirá el transbordo de los cargamentos de forma directa a través de unas cintas desde los barcos a las naves, sin tener que recurrir a camiones u otra maquinaria. Esta actuación acabará entre junio y julio.
Esta inversión se suma a los 16 millones gastados en la compra de equipos y mejoras en la superficie tras la prolongación de la línea de atraque hasta los 300 metros, señalan desde la firma.