Advierten del "enorme impacto" que supone el diagnóstico

Trabajadores sociales defienden ayudas a empresas para incorporar a personas con enfermedad mental

10/10/2024 - 

CASTELLÓ. Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra este 10 de octubre bajo el lema ‘Trabajo y salud mental: un vínculo fundamental’, el Col·legi Oficial de Treball Social de Castelló reivindica la oferta de empleo “digno y adaptado a los diferentes perfiles” para las personas con enfermedad mental como herramienta para su recuperación e inclusión social. Para ello ve necesaria una mayor interacción con el tejido empresarial y profesional que favorezca la incorporación, “o reincorporación”, de este colectivo al mundo laboral.

Susana Porcar, trabajadora social en el Centro de Recuperación e Inclusión Social y Socio Laboral Social (Crisol) Almagrán de Segorbe, dirigido a personas con enfermedad mental crónica, sostiene que el impacto del entorno laboral “es crucial en la salud mental; de hecho, el estrés es uno de los mayores desencadenantes de las primeras crisis y en las personas usuarias del Centro explicaría las recaídas”. 

No obstante, incide en la urgencia de promover oportunidades laborales para este colectivo. “La meta u objetivo final de las personas usuarias del Crisol podría decirse que es la reincorporación al mundo laboral, digo reincorporación porque en muchos casos la persona estaba trabajando cuando debutó su enfermedad. Para ellas el trabajo decente puede contribuir a la recuperación y a la inclusión, y mejorar la confianza y el funcionamiento en la sociedad”, señala.

Metodología de empleo con apoyo

Cita en este sentido la metodología Empleo con Apoyo Modelo IPS (Individual Placement and Support), “que además de demostrar la importancia del trabajo para la rehabilitación de la persona, hace hincapié en lo importante que es escuchar sus deseos y preferencias para formarla, orientarla y proyectarla al mundo laboral”. Por otro lado, dice, “el IPS también habla del trabajo que habría que hacer dirigido hacia las empresas, detectar aquellas con una mayor responsabilidad social corporativa (entidades de inserción) y firmar convenios con compromiso de adecuación de perfiles y seguimiento”.

El entorno laboral, recuerda esta profesional del Trabajo Social, es uno de los pilares contra los que impacta el diagnóstico en enfermedad mental. Más si cabe en el caso de pacientes crónicos -esquizofrenia, trastorno psicótico, trastorno bipolar o trastorno de personalidad, entre otros- como los que atiende este recurso de Segorbe. “El impacto que provoca en una persona cualquier diagnóstico en enfermedad mental crónica es enorme. Pierde su salud, pero en la mayoría de los casos, con el tiempo, también pierde su trabajo, amistades, familia, los estudios y todo lo relacionado con las interacciones sociales que venía teniendo hasta el debut de la enfermedad”, advierte.

En este sentido, lamenta el doble estigma que arrastra la cronificación de la enfermedad mental. “Estas personas, durante muchos años, fueron apartadas, excluidas y, si cabe, mucho más estigmatizadas socialmente. Como humanidad teníamos una cuenta pendiente con este colectivo”, asevera. Recursos como el Crisol, dice, “muestran que la sociedad está creciendo y avanzando en valores relacionados con la salud mental, aunque todavía hay que seguir trabajado hacia la eliminación de ese gran estigma social que existe dirigido hacia este colectivo”.

Impulsar acciones de prevención

La labor del Trabajo Social desde recursos como Crisol va dirigida también al impulso de acciones de prevención y sensibilización comunitaria de la enfermedad mental en el ámbito escolar, que pretenden de manera transversal dar visibilidad y promocionar la participación y la inclusión de las personas con enfermedad mental grave en la comunidad, “tratando de disminuir y reducir el estigma social al que están sometidas”.

Porcar advierte también sobre la edad, cada vez menor, en la que se presentan los trastornos de salud mental. Cita en este sentido las cifras del Plan Valenciano de Salud Mental y Adicciones 2024-2027, que muestran que cada vez “son más y más jóvenes las personas que sufren algún tipo de trastorno mental, derivado en muchos casos del consumo de drogas y del abuso de las redes sociales y juegos online”. “No es el patrón ni la tendencia registrada en el caso de CRISOL, pero son cifras que asustan”, lamenta. En este sentido, explica que, según el citado plan, la valenciana es la comunidad autónoma con la mayor prevalencia registrada de trastornos mentales (25,1% vs 15%). 

Presenta riesgo de mala salud mental en el 42,3% de las mujeres y el 39,7% de los hombres mayores de 14 años, así como en el 10,7% de los niños y niñas menores de 15 años; es la segunda con mayor tasa de casos atendidos en Atención Primaria por ideación suicida o intentos autolíticos; registra la mayor prevalencia de consumo de alcohol y cannabis en el país, y segunda de tabaco, entre la población de 15 a 64 años de edad; y es la primera comunidad autónoma en consumo de tranquilizantes, segunda de cannabis y tercera en uso compulsivo de internet, en escolares de 12 a 16 años.

Noticias relacionadas