La dirección de nuestra vida es normalmente el resultado de nuestros hábitos, de decisiones repetidas tantas veces que las hemos automatizado. Algunos hábitos empiezan deliberadamente, sobre todo los que tomamos de adultos, pero la mayoría son simplemente imitación del entorno en el que hemos crecido. Y todo empieza en casa. Por eso, como la seguridad económica es fundamental pero la educación financiera no está ni se la espera, creo que los que somos padres tenemos el deber de ser buenos ejemplos para nuestros hijos también en esta cuestión.
En esta línea, me gustaría compartir tres ideas que creo que tienen largo recorrido para que cada uno las haga suyas, y que no requieren más que puro sentido común (y haberlas vivido en casa).
1) Invertir no es opcional
La higiene personal no es opcional. Una buena nutrición, tampoco. En esta línea, hay conocimientos generales básicos que necesitamos y que deben formar parte del día a día, y uno de ellos es la necesidad de invertir.
Gran parte del dinero que ganamos trabajando no acaba en nuestras manos: los impuestos, la sanidad, el propio coste de la vida (hipoteca o alquiler, suministros, seguros) o los imprevistos son cuestiones innegociables. A partir de ahí contamos con una renta disponible que destinar al ahorro y al ocio, pero que se enfrenta a un enemigo incansable: la inflación. La inflación erosiona nuestros ahorros minuto a minuto, y el primer objetivo de la inversión ha de ser compensar este efecto.
Por otro lado, nuestra esperanza de vida es veinte años superior a la edad de jubilación, y el sistema de pensiones no parece una garantía de futuro. En otras palabras: si no queremos trabajar toda la vida necesitamos complementar nuestros ingresos invirtiendo.
2) Invertir es simple
Yo comprendo que hay gente que vive de hacer parecer las cosas más complicadas de lo que son, porque es su forma de hacerse necesarios. Y no digo que invertir sea fácil, porque no lo es, pero también puede ser muy simple. De hecho, la complejidad añadida suele ser sinónimo de riesgos que no se comprenden.
Un ETF es extremadamente simple de entender y utilizar, por ejemplo. Una nota estructurada, lo contrario. Sin embargo, en España las notas estructuradas han proliferado vendidas como si fueran renta fija (que no lo son), vendidas por personas que no las entienden del todo a personas que no las entienden en absoluto.
Hoy en día estamos más rodeados de oportunidades para invertir que nunca, pero también de riesgos. Por eso creo que hay que desconfiar de lo complejo, porque los principios de inversión no cambian nunca y el primero es este: No inviertas en lo que no entiendes.
3) La experiencia es un grado
Llevamos unos 20 años ayudando a invertir mejor a personas que ya lo han probado todo. Como en España no se conocía la figura del multi family office, el primer paso era explicar que un grupo de profesionales senior iba a estar dedicado a su patrimonio financiero, empresarial e inmobiliario de forma independiente, sin productos que vender.
Lo normal sigue siendo tratar a nuestro patrimonio como un conjunto de piezas desconectadas: la parte financiera, la inmobiliaria y la empresarial como compartimentos estancos cuando es justo lo contrario, ya que las tres interactúan como un todo y tienen funciones complementarias.
Creo que esto es una idea esencial: Rodearnos de personas expertas que estén alineadas con nuestros intereses, empezar poco a poco y aprender a dialogar en su lenguaje, porque las decisiones finales serán nuestras y nosotros conviviremos con las consecuencias.
Si tuviera que destacar una característica de los mejores inversores que conozco, no sería la capacidad técnica, sus conocimientos financieros o su dominio del excel. Es la capacidad de no hacer nada durante el tiempo suficiente, hasta que la oportunidad adecuada se presenta, y entonces actuar con decisión.
Esto no significa necesariamente asumir grandes riesgos o comprar en crisis, aunque pueda encajar a algunos. Significa conocer bien nuestros objetivos y capacidades, y actuar sólo cuando la oportunidad se ajusta a ellos. "Si sólo estás dispuesto a aceptar lo mejor, muchas veces lo consigues". Somerset Maugham.
Alejandro Martínez es socio director de inversiones y cofundador de EFE & ENE Multifamily Office
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