WASHINGTON (EFE). El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado este viernes la emergencia nacional para poder hacer uso de fondos federales para hacer frente de la pandemia de coronavirus, que ha dejado por el momento 41 muertos y cerca de 1.700 casos en el país. "Declaro oficialmente la emergencia nacional, dos palabras muy importantes. Pido a todos los estados que pongan en marcha sus centros de gestión de emergencias de forma inmediata y eficaz", ha anunciado.
En un discurso desde la Casa Blanca, el magnate neoyorquino ha anunciado así la liberación de 50.000 millones de dólares de fondos federales que el Gobierno destinará a los estados y regiones de todo el país para luchar contra el virus. El mandatario, que ha destacado la importancia de "haber cerrado a tiempo" las fronteras, ha ordenado la activación de planes de emergencia en todo el país para "ayudar a los médicos a hacer su trabajo".
Así, ha destacado que la Administración ha llegado a un acuerdo con el sector privado para realizar los análisis del Covid-19 que sean pertinentes. "Anunciamos una nueva colaboración con el sector privado para la realización de estos análisis, para que aquellos que necesitan realizarse las pruebas puedan hacerlo de forma segura y rápida", ha asegurado. No obstante, ha recalcado que "no dejarán que se lo hagan a aquellos que no tengan por qué, los que no presenten síntomas". "No queremos que todo el mundo se someta a las pruebas, es completamente innecesario", ha añadido.
Trump, que ha informado de que permitirá que los servicios de salud dejen de aplicar determinadas regulaciones para poder "someter a los pacientes de la forma más rápida posible al análisis y tomar las medidas necesarias". "No se escatimará en recursos", ha afirmado antes de manifestar que el ministro de Sanidad, Alex Azar, estará al frente de estas medidas.
Sus palabras han tenido lugar ante las críticas, especialmente por parte de los demócratas, de la mala gestión de la Administración sobre los análisis del coronavirus, que ha dejado ya más de 5.000 muertos en todo el mundo. Muchos trabajadores del sector sanitario han recriminado a Trump que haya restado importancia a la situación durante los últimos días. "Estaremos trabajando muy duro y haremos grandes progresos", ha aseverado el presidente, que ha prometido que la "amenaza del virus será superada".
En relación con los préstamos a estudiantes y el precio del petróleo, Trump ha apostado por reducir los intereses de los préstamos y ordenar la compra de grandes cantidades de crudo aprovechando los bajos precios.
"Esto pasará, lo sobrepasaremos. Nos haremos más fuertes y aprenderemos. Vamos a tener que hacer cambios, pero los estadounidenses somos fuertes. (...) Ninguna nación está más preparada para esta crisis", ha remachado.