Foto: Antonio PradasCASTELLÓ. UBE Corporation Europe no escapa a la tónica general y siente en sus carnes el impacto de la crisis del coronavirus. Tanto es así que la compañía, asentada en el polígono del Serrallo del Grau de Castelló, cerrará el ejercicio en curso con una caída en la facturación (la segunda consecutiva), aunque es "optimista" para acabar el año fiscal (en marzo de 2021) con unos ligeros beneficios, según reconoce su presidente, Bruno de Bievre.
Como en todas las áreas económicas, lanzar previsiones a día de hoy es "complicado", por ello De Bievre no ha querido profundizar en los números que este año está registrando la compañía química durante la rueda de prensa virtual en que ha analizado este martes las cuentas de 2019 y las perspectivas futuras. Eso sí, ha reconocido una "caída acentuada de la facturación y de la rentabilidad" debido a la covid-19 durante la primera mitad de su ejercicio, cerrado en septiembre. Y aunque esperan remontar en la segunda mitad del año, será difícil cumplir las previsiones para este segundo semestre, a pesar de que fueron revisadas "en agosto y septiembre, antes de la segunda ola".
La peor noticia la tiene UBE en el automóvil, un sector de negocio clave para la compañía y que "ha bajado muchísimo", señala De Bievre. Sí está funcionando mejor el segmento dedicado a la agricultura y a la protección de alimentos, dado que como sector estratégico "ha resistido" el embate del virus, pero, aun así, "los precios han bajado", reconoce.
Esta "caída de precios internacionales" de los productos que fabrica motivaron que ya en el ejercicio de 2019 (cerrado en marzo de este año) la facturación cayese en un 3% sobre el año anterior, hasta los 428 millones de euros. En las cuentas consolidadas de la compañía del año pasado ya se incluyó la compra de la firma de Almassora Repol, materializada poco antes de acabar marzo de 2019, lo que explicó el salto en la facturación.
Con ello, se alcanzó en 2018 un nuevo récord en las ventas, que se vio acompañado por unos resultados nunca vistos. En este 2019 los beneficios netos han quedado en la mitad, con unos meritorios, eso sí, 19 millones de ganancias.
A pesar de la situación complicada debido al coronavirus y la coyuntura internacional -el mercado de EEUU "está muy complejo" tras la convulsa campaña y resultado electoral, apunta De Bievre-, UBE ha previsto invertir 60 millones de euros en el trienio 2019-2021. Esto supone elevar en seis millones la cifra prevista hace un año. De estos 60 millones, durante el ejercicio de 2019 se materializaron 11.
Con ello, durante el año en curso y el próximo la firma castellonense invertirá en su planta del Serrallo aproximadamente 50 millones a partes iguales, detalla su director financiero, Jaime Sanjuanbenito. Estas inversiones irán destinadas, fundamentalmente, a "renovación de las infraestructuras de producción de química básica y a la adecuación de la planta a toda la normativa" actual, de forma que cumpla las mejores técnicas disponibles, según exige la Unión Europea.
Lo que no se plantea por ahora la compañía es el crecimiento inorgánico. "Estamos por consolidar la integración" de Repol con el fin de "tener una buena base para la expansión futura", indica Bruno de Bievre. Esto rompe ligeramente la previsión de UBE, sin duda marcada por la coyuntura global.
En cuanto a empleo, en el ejercicio pasado la firma siguió sumando plantilla y ha hecho lo propio en lo que va de año. El crecimiento principal se ha dado en su planta del Serrallo, que a día de hoy cuenta con 469 empleados. Junto a los 75 de Repol hace que en la provincia de Castellón sume 553 trabajadores, de los 599 con que cuenta en total UBE Corporation Europe (con delegaciones en Alemania y Sudamérica).
