CASTELLÓN. El Castellón se ha destapado en los dos mercados de fichajes de esta temporada con la adquisición de 25 caras nuevas. La última de ellas, Julio Delgado, rubricada a pocas horas del cierre del periodo invernal, pone fin a una agitada actividad en los despachos iniciada en julio con la firma de Álvaro Campos.
Han pasado siete meses desde que los albinegros anunciaron el nombre de su primer refuerzo en su regreso a Segunda B y las adquisiciones de caras nuevas se han ido sucediendo de forma insaciable, hasta alcanzar las 17 en el mercado de verano. La criba impuesta por la nueva dirección deportiva se llevó por delante a piezas importantes en el ascenso, que fueron sacrificadas para dar un cambio radical a la plantilla.
La falta de resultados y de fútbol pusieron en evidencia la desastrosa planificación de Juan Guerrero, director deportivo nombrado por el máximo accionista del club, José Miguel Garrido, y que se jactó públicamente de haber diseñado una plantilla destinada a ascender a Segunda División, pero que en cuatro meses de competición sumó números para volver de cabeza a Tercera.
Ante el cariz que habían tomado los acontecimientos, el Castellón decidió dar un nuevo giro en diciembre con el fichaje de su tercer técnico de la temporada, Óscar Cano, que proponía un fútbol situado en las antípodas de lo que venían proyectando sus predecesores. La incorporación del entrenador andaluz fue una apuesta del secretario técnico del club, Ángel Dealbert, que empezó a adquirir más peso en la organización deportiva del primer equipo en detrimento de Guerrero.
Cuando Cano firmó por el Castellón, la entidad ya tenía asumida la incorporación de nuevos jugadores en el mercado de invierno. Algunos ya estaban decididos antes del cambio de técnico y otros fueron petición expresa del nuevo inquilino del banquillo, que reclamaba jugadores con perfiles compatibles con lo que él proponía. No era cuestión de un par de retoques, sino una revolución que iba a transformar medio equipo.
Así las cosas, enero ha sido un mes de cambios drásticos en la composición de la plantilla, con ocho jugadores que se han sumado a la lista de 17 caras nuevas llegadas en verano. Muchos ya han puesto su sello nada más incorporarse al club y el equipo parece haber mejorado considerablemente.
De la revolución veraniega hay cinco jugadores que no siguen en el club: Hicham, Máyor, José Carlos, Acevedo y Oliynyk. En su lugar han llegado futbolistas que están teniendo su aportación y que han firmado por más de una temporada. Quizás sea el inicio de un periodo de continuidad después de tanto cambio acumulado.
