CASTELLÓ. La caída en picado que está sufriendo el Castellón ha alcanzado una nueva fase con la derrota encajada ante el Sabadell, en un partido donde las sensaciones han sido peores incluso que el resultado. El cuadro albinegro ha confirmado la sintomatología de equipo roto que viene evidenciando en los dos últimos meses, con una característica que se está repitiendo con demasiada asiduidad: ausencia de ideas y de patrón de juego.
El modelo de fútbol combinativo que planteó Albert Rudé a su llegada al banquillo albinegro no ha funcionado más que en momentos muy breves de algunos partidos. En otras ocasiones se ha optado por ir a la desesperada con un fútbol más directo que tampoco ha dado resultado y la tónica general en las últimas jornadas ha sido de ausencia total de estilo y exceso de desorden.
La falta de liderazgo en el banquillo y el terreno de juego está pasando factura de forma considerable al Castellón justo cuando llega la hora de la verdad y se empieza a resolver la temporada. Los albinegros afrontan el momento decisivo de Liga sin ideas en la creación y con mucha inseguridad defensiva que los rivales aprovechan para asestar sus golpes. A estos factores se une la pérdida de confianza que sufre el equipo cuando encaja un gol y que le hace muy difícil reaccionar.
Para llegar a esta situación han influido de forma acentuada los desaciertos importantes cometidos por la actual propiedad en temas relacionados con la gestión deportiva que ahora está pagando el primer equipo.
Las estadísticas ya no amparan al máximo responsable del club, Bob Voulgaris, en su intento por convencer a la afición albinegra de que el equipo no va tan mal. Tan solo la clasificación general aporta un dato positivo al situar a los orelluts en zona de promoción, pero con matices que conviene subrayar.
El primero es que el equipo albinegro ha pasado de mantener un codo a codo con el Eldense por la primera posición a alejarse definitivamente de esa plaza y complicarse incluso la de promoción.
Y el segundo y más preocupante tiene que ver con la tendencia. En los dos últimos meses de Liga, el Castellón ha sumado números de descenso al ser el quinto peor equipo de su grupo, solo por delante de La Nucía, Athletic B, Cornellà y Real Unión. Equipos casi desahuciados como UD Logroñés y Calahorra tienen mejores registros.
Si el equipo albinegro quiere mantener opciones de ascenso a través del play off tendrá que dar un cambio radical a su juego sin dilación. El calendario no será de gran ayuda en su objetivo, pues la mayoría de los rivales con los que se va a enfrentar en las seis jornadas que restan se encuentran en la zona alta de la tabla. El próximo será el Barcelona B, que ha superado a los orelluts en la tabla con su última victoria ante la SD Logroñés.