Un reto de envergadura

CASTELLÓN. Al Castellón se le han juntado los malos resultados que ha cosechado en esta Liga con la dificultad del grupo en el que está inmerso en su regreso a Segunda División B, donde el nivel de competitividad es mayor.

El conjunto de La Plana, último clasificado del grupo III con 23 puntos, estaría más arriba en la tabla en cualquiera de los otros tres grupos. En el primero hay tres equipos con peor puntuación que los albinegros (Fabril, Rápido Bouzas y Navalcarnero), en el segundo hay otros tres (Durango, Gimnástica de Torrelavega y Vitoria) y en el cuarto hay dos (Atlético Malagueño y Almería B). Los albinegros suman siete puntos más que el colista del grupo II y seis más que los del III y IV.

Si bien es cierto que la puntuación actual del Castellón no le libraría de los puestos de descenso en ninguno de los otros grupos, el campeonato en el que se encuentra es el más fuerte por la zona de abajo, pues es el único que no cuenta con ningún conjunto descolgado de la pelea. En su Liga, el equipo albinegro no solo tiene la referencia que marcan los puestos de salvación, sino las posiciones de descenso que están por encima de la suya y que también tiene que superar para poder dar el paso final hacia la permanencia.

Si a esto le sumamos que en el grupo III es muy difícil encadenar buenos resultados debido a la igualdad de la competición, la misión del Castellón se complica más, pues su salvación pasa, precisamente, por sumar secuencias de dos o más victorias consecutivas de aquí a final de temporada, cosa que no ha logrado hasta ahora en 24 jornadas.

La próxima oportunidad del Castellón llega este domingo ante el Teruel, rival directo en la lucha por la supervivencia en la categoría y que podría marcar un punto de inflexión en sus las opciones de permanencia.